miércoles, 25 de noviembre de 2009

La mole blanca (diario de viaje II)



29-01-08 9.15 hs., El Calafate

Levantado temprano para ir a ver el Glaciar Perito Moreno nomás. Está nublado así que no desarmo la carpa ni en pedo. Pensaba ir al lago, pero estoy bien acá. Aparte, el atractivo es el Glaciar, la estrella, y llegué a soñar con él. Fue raro el sueño porque lo pisaba y era como goma espuma, pero el hecho es que lo tengo entre ceja y ceja.

Todo resuelto, en 15 salgo en búsqueda de la combi. Hoy es la más barata de las excursiones que consiga, para poder recorrerlo a gusto. Se termina de cargar la cámara y sale el fotógrafo para esos lares.

10 hs. Ya arriba de la combi. Cómo se facilitan las averiguaciones siendo argentino. Me fui a la avenida y compré un café con leche con dos medialunas. Sale como una cena chica, 11 pesos. Lo tomé recién, mientras esperaba que arranque.
¡Y ya partimos al Glaciar! Veré allí qué se puede contratar. Antes pasaremos por el Lago Roca, a ver si vale la pena ir a acampar. Todo tiene valor acá, no soy yo, te lo dejan muy claro con las excursiones. Yo me adapto en la medida de mis posibilidades, y deseos.

13.30 hs. Se acaba de ir el catamarán. Este monumento es imponente, y por ende desprende pensamientos monumentales, grandilocuentes, onerosos.
Es una mole de hielos de distintos colores, que dejan fascinado a cuanta persona se acerque. Y son muchos, de todo el mundo vienen a verlo.
Y ahí se desprende el negocio, la cantidad de micros de todos los tamaños y precios que te traen y acercan a las pasarelas, y las ofertas de excursiones que te llevan a una cara y a la otra están bien planeadas y en planes de ampliación. Están construyendo un restaurant, en nombre del Estado, y lugar al que se va, se ven las maquinarias y los obreros trabajando. Está activado el país, mis ojos lo constatan, más allá de la ideología política.

Y ahora espero para la próxima partida. Lo haré. Me acercaré lo máximo que pueda a la mole blanca.
Y lo contaré. Viviré para contar. En mi creencia de que todo puede ser transmitido con el entusiasmo reinante.

Glaciar Perito Moreno. Espero la hora de zarpar.
Me siento en unos banquitos justo antes del puerto. Sobre la mesa hay un cascote de hielo. Tengo necesidad de tocarlo, los sentidos...

Estuve hablando con un lugareño, remisero, que defendía las obras y los precios de los barcos y los productos, argumentando que en la provincia no hay industrias y tienen que traer todo desde lejos. La construcción funciona acá, y el turismo.
El mito de la oveja patagónica contó, y es real que en el trayecto no vi más que dos o tres. La vaca es de las pampas, y el caballo el paisaje del Sur. Cuanto más abajo, más se ven.
En 20 minutos estaré pensando sólo en lo natural. La brillantez del hielo me recorrerá las venas. Me voy a dejar impregnar por la sensación. Al menos eso quiero.

S E N T I D O

19.30 hs. La escritura es un refugio para los desprotegidos, un cobijo al alma, al corazón, al saber hacer cosas. Actuar.
Día de interacciones super concentrado. Todo es un proceso evolutivo, soltar para dejar que se suceda.
¿El Glaciar me dio una visión distinta o soy yo que en el proceso evolutivo me dejo ver más cosas? Con calma se puede ver más realidad. Aguas quietas, corazón contento. Y también al haber hablado, a mi modo con la gente que quise. A elección
Primero fue la pareja que viene recorriendo el país en el camión del hombre. Unos jubilados que comían en las mesitas del puerto mientras escribía SENTIDO. La excusa, que el tipo le puso hielo del lago a su vinito Colón. Saber leer los mensajes. Interpretar a las personas, sin que eso implique sacar provecho. Todos están abiertos a conocer y darse a conocer si se les da cabida. Yo soy sólo un receptáculo. Permeable. Tan buena onda pegué con los viejos, de Santa Fé eran, que se embaló la mujer y se vinieron al barco conmigo. Y me convidó de su comida y vino, a pesar de mi negación.


Vino la navegación. Impresionante. La belleza natural ante todo. Y uno, una cosa minúscula en esa inmensidad.
De gente. De extranjeros queriendo ver. De plata que circula. Y a seguir conociendo personas del palo de uno. Que te den más data para seguir proyectando. Que te aporten como seres que son. Sin negar las raíces.
Puedo estar donde quiero, y lo más interesante, cuando quiera.

Yo no me voy a perder la oportunidad de conocer lo que debo en el momento en que toque ser.

Vivir es simple. Uno la complica. Si se deja actuar a los hechos nada sale bien o mal, sale.
La inocencia es una virtud infantil para el común de la gente, mientras que es una de las formas más claras con las que se puede mirar las cosas, los hechos. Como si fuera la primera vez.
Un monumento como el Glaciar Perito Moreno me hace sentir cristalinamente el sentido de ir creciendo. No para ser un grandulón pelotudo (y quejoso), sino para sentirme feliz de lo que llevo adelante cada día. Un día, algo hecho, nada más. Sentirse REALIZADO. No hay mucha más vuelta. Te hace respirar con ganas, no caer en la falsa tentación.

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