lunes, 31 de agosto de 2009

De arte, supervivencias, otros y miradas

Habrá una respuesta, déjalo ser.
Escribir no es más importante que cualquier acto, solo que por esta vía queda impregnado, constatado en la reproducción posible posterior.
La hoja se reproduce a medida que es leída.

No debe haber una sola razón, es impostergable abordar la inminencia de los acontecimientos. Lo que está pasando. Sin esperar que nadie venga a rescatarnos ni a hacerse presente por arte de magia. Todo ocurrirá en la medida de lo esperado siempre y cuando no ambicionemos más de lo esperable ni estemos más dispuestos que lo necesario.

Los entusiastas tenemos que ser doblemente cautelosos, porque el desborde que producimos al sacar nuestras ganas a conocer, no tenemos idea de las repercusiones que tiene en las mentes de otros. Cada cual está en su mundo, habita su espacio de predilección, y se atiene a sobrevivir.

Sobreviviendo se acaba el mundo. Y queremos vivir en uno mejorado, continuamente, en mejores condiciones, personales y si tenemos tiempo de la sociedad, porque sobre todo en este país, terminémosla con hacerse los buenitos si después en las urnas y sus declaraciones afiebradas el argentino se comporta como un mono con navaja.
Más que sobrevivir, tendríamos que tender a convivir, a armonizar sin búsquedas de opuestos, más bien de complementos, que en su devenir sean dos o más. Un número que permita la expresión para el otro.

El otro. El otro nace en el momento en que le adjudicamos valor. Cuando le damos categoría y entidad de persona y nos importa lo que dice y nos transmite.
La conexión normalmente empieza por los ojos. No conozco personas que se quieran, se tengan afecto y no tengan una conexión visual particular. Destinada a transitar horizontes juntos, como para empezar a contar. A ver qué pasa.

¿El arte si no se muestra no es tal? Tengo mis serias dudas, por más que en la concepción moderna arte sea considerado algo con valor, que supuestamente se obtiene con la asignación de riqueza por parte de la mirada de otro.

La mirada, el tacto, el olor, el sonido y el gusto.
El gusto es mío. El olfato detecta los aromas a venir, la música interior se esparce en el plato, y vemos más allá de los dedos, y sentimos más acá que el próximo paisaje.
La película se repite sin necesidad de sentencia, y la demencia intenta dar paso a la complacencia sin sabor.

Va quedando atrás lo que no pretende hacerse eco. Eco de los Andes. Economía de guerra. Nosotros, los jóvenes recientes, los de menos de 40 años, no tenemos idea lo que debe haber sido vivir en guerra. En sensación de vulnerabilidad real, que alguien puede venir a sacarte cualquiera de tus pertenencias y vidas por lo que se le ocurra.
Hay inevitables reconocimientos que tenemos que hacerle a vivir en un sistema democrático, que mal que mal funciona y nos asegura (porque no nos las da) las libertades individuales.

El que reclama mucho por sus libertades y derechos de alguna forma lo que está haciendo es no darle paso a que ellas se hagan cuerpo de sus reclamos y sentirlas en carne propia.
La infinidad de libertades que tenemos al alcance de nuestra mano y decidimos darle bola solo en partes, por distintas excusas pasajeras, son incontables, y en la medida que reforcemos la queja, el pedido, el reclamo, menos tendremos respuestas reales a lo que nos aqueja.

Las soluciones están en la misma vereda. En la de afirmar la propia realidad y ver qué podemos hacer para ayudar al de al lado, en la medida de lo posible. Porque cuando no se está posibilitado hay que dejarlo pasar. No todos los trenes nos dejan en casa. No todas las personas tienen solución. Ni de ellos ni de nada, y sin embargo hablan. Desagotan su diarrea bucal y siguen en el intento de encontrar respuestas afuera, con sus deditos y sus seños fruncidos, para acusar al primero que ose contradecirlos, guay de ellos.

Los otros están. Los que valen. Los que tiene valor por sí solos. Los que con un acto demuestran cosas, dan a conocer su sentimiento profundo. Permiten espiar su costado más amable y dejan ser lo que se guarda bajo 8 candados.
No hay necesidad, nadie tiene por qué guardar algo entre tantas llaves o no darle aire para que ventile sus verdades. Todo lo que no se airea se echa a perder. Lo que no vuela se hace chiquito. Y lo que no camina se marchita.

domingo, 30 de agosto de 2009

Beatle se siente

Letras simples, melodía simple, y la expresión de unos genios de la música.
Porque entra por todos los sentidos, porque da vida a expresiones personales como ninguna otra banda o grupo de personas que se hayan unido a tocar o sacar sonidos de sus instrumentos.




If I fell in love with you
Would you promise to be true
And help me understand
Cos I've been in love before
And I found that love was more
Than just holding hands

If I give my heart to you
I must be sure
From the very start
That you would love me more than her


If I trust in you oh please
Don't run and hide
If I love you too oh please
Don't hurt my pride like her
Cos I couldn't stand the pain
And I would be sad if our new love was in vain

So I hope you see that I
Would love to love you
And that she will cry
When she learns we are two
Cos I couldn't stand the pain
And I would be sad if our new love was in vain

So I hope you see that I
Would love to love you
And that she will cry
When she learns we are two
If I fell in love with you



Letra de Tell me what you see

El arte de hacer música combinado con la soltura mediática para generar de ellos un ícono de la cultura. Rock & pop para todo el mundo.



La psicodelia llevada a arte, claros representantes de esa sensación simbolizada en el "paz y amor" que nació en los 60 y sigue su curso.

5 sentidos, pity y el PJ

La mirada, el tacto, el olor, el sonido y el gusto.
El gusto es mío. El olfato detecta los aromas a venir, la música interior se esparce en el plato, y vemos más allá de los dedos, y sentimos más acá que el próximo paisaje.
La película se repite sin necesidad de sentencia, y la demencia intenta dar paso a la complacencia sin sabor.



Cinco sentidos.
Sin co-sentidos
Sin consentidos
Sí, hinco sentidos
Sí, coset, idos
Sí, coseti, dos

viernes, 28 de agosto de 2009

El éxito de los fracasos

Le da más miedo ser exitoso que seguir aprendiendo de los fracasos. Eso decidí que sea la frase del día. ¿Por qué? Quizás porque algo así siento que es lo que ocurre. Como que voy aprendiendo a dejar ser ante cualquier circunstancia, pero no puedo dar aún el salto de calidad de intentar conseguir metas y logros sin poner evitables palos en el trayecto.

Aprender del fracaso es un paso más allá de la convencionalidad de creer que el fracaso es malo. La visión básica del mundo entre buenos y malos abandonó mi cuerpo, y me codeo con la creencia de que nada es una pérdida si se le sabe encontrar el punto a afirmar.
Desde ese panorama, todo se observa distinto. Uno puede entenderse más con ciertas personas, puede llevar adelante más acciones, sin importar ni el qué dirán ni los resultados.

Sin embargo, aceptando la propia capacidad de concretar deseos, cabría la idea de proponerse triunfar, obtener gratas recompensas por cada cosa que hagamos. El exitoso toca a la puerta. ¿A quién puede caerle bien alguien que puede alcanzar el éxito en sus propuestas? El resentimiento de los fracasados es predominante. Los que no aprendieron nada de sus experiencias y prefieren despotricar contra el que sí se animó a desafiarlas, y trascenderlas.

¿Qué nos da miedo? Llegar finalmente a lo que tanto soñamos. Vérselas con la imagen y no más la imaginación de los hechos. Allí se plantea una nueva batalla a superar.
Generalmente la neurosis actúa como colchón de nuestros proyectos, amortigua la caída estrepitosa que nos sabemos prodigar por el hecho de no querer, o poder, vernos en el escalón más alto, el del logro.


miércoles, 26 de agosto de 2009

Filosofía de las Pequeñas cosas

La inspiración es dejarse trascender.

Ser elegante no lo siento como un valor o carácter destacable alguno, la elegancia y el falso respeto son contrarios a la efusividad y las ganas de conocer y saber más de la situación que tenemos delante.

Uno casi elige si vivirlo con entusiasmo o ansiedad, una suerte de entusiasmo desviado, que se tiene muy en cuenta.

Y luego es cuestión de seguir la senda, el camino que nos vamos trazando a través de los actos que (a)cometemos a diario.
¿Difícil? Sí, nadie dijo que sería fácil.

No hay que confundir el obstáculo con el error. Uno se vence, el otro hace ver la situación más problemática de lo que es.

martes, 25 de agosto de 2009

Amor incondicional y aperturas

Amar es entregarse de brazos abiertos, es entender que no hay red debajo, es dejarse llevar y ver qué ocurre con el cuerpo que vibra en sintonía junto a nosotros.

Animarse a amar es algo reservado para los que están abiertos en el momento preciso para transitar lo que tenga que ocurrir en ese devenir cargado de incertidumbres e intensidades. ¿Alguien puede afirmar o estar seguro de lo que seguirá ocurriendo en ese proceso de amar?

Aún así, es la entrega constante, incesante, incalculada, no controlada, la que permite que los cuerpos se expresen sin necesidad de análisis ni conjeturas.

Es ahí donde se reproduce lo insignificante y trascendente del amar sin condiciones. El resto, quién lo sabe. ¿Alguien conoce de certezas en la entrega inagotable de amor y buenas vibraciones?

El invierno va dejando paso a la primavera, y los corazones se abren en su expresión tropical y centrada en el buen sentir, en el buen compartir, en la entrega incondicional.

Se verá qué deviene, entre tanta apertura.
Nada sale mal en esta sintonía.

lunes, 24 de agosto de 2009

Tiempo de amor, por Baden Powell



A Banden Powell lo conocí gracias a Mariana, una chica brasilera que inundó mis días veraniegos hace unos años.
Y hay que decirlo, los brasileros tienen una sensibilidad especial para expresar sus sentimientos, sus sentires abiertamente, sin ponerle tanta cabeza, lo que sale.

"Tempo de amor" es una gran canción que, entre otras cosas, dice que "lo ideal sería poder vivir el paz, sin tener que sufrir, sin tener que llorar; más tienes que sufrir, más tienes que querer, para poder amar".

He aquí su versión grabada, con lindas imágenes que acompañan, y otra en vivo, de entrecasa, grabando esa canción en 1969, en estudio. Me encanta espiar cómo es que se hacen las cosas, porque en el detrás de escena se ven situaciones que conforman la cuestión necesaria para llegar a semejante expresión artística.
Un lujo disponer de YouTube para vivir lo que sintieron al momento de hacerlo.



Aquí pueden disfrutar de la letra y sus acordes para guitarra.

sábado, 22 de agosto de 2009

Compartir, el arte de desprenderse

En tren de abrir siempre el juego, el arte de COMPARTIR es una actividad cotidiana que nos permite sacarle el jugo a la vida, estar abiertos a lo que vendrá, porque la vida del que comparte es mucho más aventurera e incluso complicada que la del pasivo continuo, el que se guarda las cartas esperando el momento propicio para hacer su minimo aporte.

Compartir es dar a conocer lo que nos pasa, lo que queremos, lo que nos da la ganas, para que en conjunto se pueda ver qué hacer con lo expresado.

lunes, 17 de agosto de 2009

Psicodrama, de grupos y canales de representación

Resonar es más que conocer o interpretar, es animarse a ofrecerse como conductor de personalidades y caretas que nos presta otro, para sentir qué nos pasa en ese rol, en esa actitud y visión a la que nos enfrentaron.

Nos ayudaron a enfrentar, en todo caso. Porque ahí radica la solvencia de la actividad de psicodramatizar en la vida, en que perdemos toda idea ególatra para entender que somos lo que el otro nos pide, nos entregamos a cumplir ese rol, de la manera más presente.

Y agradecer y reposar en un grupo para sacar a la luz tantas cosas que uno vive y ve a través de cada uno de nosotros, ese es el sentido de grupo, dar un marco contenedor y confiable para que se puedan suceder los devenires.

Lo más vital que pasa en la escena psicodramática es la oportunidad de compartir en la vivencia misma, todas las sensaciones que nos invadieron, de la manera más natural y concisa posible, para darle paso al otro, que mucho tiene por expresar y mostrar ante la mirada subjetiva, y a la vez honesta, que le brindamos para que canalice lo que necesite.

Es un ofrecimiento de brazos abiertos como herramientas y conductores de un mismo mecanismo que se hace molar o molecular según la necesidad del aparato representador que se arma en un grupo.

El grupo sana. Se encarga de drenar o hacer pasar el momento y suelta.
Entrar y salir para ver y verse. Toco y me voy para observar y darse a ser.

sábado, 15 de agosto de 2009

Muerto el rey, viva el rey

¿De qué modo se puede relativizar la muerte? No quitarle su gravedad porque inevitablemente pasa, en nosotros y todos. Algunos más pronto que otros, llegaremos a la muerte.

Y hoy me resonó en una escena la capacidad de IDENTIFICACiÓN, de sentirse uno con el otro en la presencia de la muerte, y con ella la inacción total, absoluta, del cuerpo que tenía vida e historia hacia un rato nomás. Se desvanece.

Aquellas personas que logran sentir esa identidad tan consolidada con un ser querido que fallece pueden entenderlo verdaderamente, pero es básicamente el no rechazo al genuino malestar, duelo, pesar que nos produce su partida.

La principal certeza es que uno, lo que permanece en vida, elige cómo pasar los días que tiene por delante, por más miedos que surjan en el camino.

Haberse sentido en vida identificado con la congoja, la opresión, la cerradez (o cerrazón? o son?) que produce la ida definitiva de alguien debería permitir enfrentar lo venidero con otra sensación.

Es atravezar a lo largo de ese sentir, la tristeza, el vacío mismo de la muerte y otros tantos miedos que acompañan su sola idea, para asomarse por la ventana que hay tras recorrer el cuarto que invade ese temor.

Y después, voilá, la vida cotidiana, sin prisa y sin pausa, sin importarle nada más que ella, que reina por sobre el resto, y nadie nos preguntó si estamos de acuerdo o no con lo que se expresa en vida y lo que elije la muerte. Pasa. Y al día siguiente transcurre lo que se quiere manifestar.

Recorrerlo sin tapar, y ver qué se expresa es la forma de compadecer sin padecer, en ese lento perecer.

miércoles, 12 de agosto de 2009

El vicio

Si repasásemos en los hábitos que cada cual se genera en su vida cotidiana con el único fin de saciar la ansiedad que nos produce el propio vivir, creo que nadie estaría exento de encontrar algo que realiza automatizadamente.

El vicio es aquello contraproducente que hacemos guiados por el propio deseo de obtener un resultado en forma inmediata que nos brinde placer. Dilatar esa recompensa, que a veces ni siquiera es tal, es visto como un salto al abismo, sería hacer algo que no estamos acostumbrados, y ahí reside la dificultad de vencer ese acto reflejo.

A veces creemos que es por decisión propia que seguimos haciéndolo o llevándolo a cabo, pero es algo más allá de uno lo que guía ese accionar.

Para desterrarlo hace falta descreer de la primera impresión que nos damos, autocomplaciente, y tener disciplina y confianza de que revirtiendo o dilatando el deseo instantáneo de llevarlo adelante estaremos haciéndonos un bien. Por más que no sea inmediato, a largo plazo nos daremos cuenta que desactivando el vicio estamos dando un paso de crecimiento.

Saber administrar los momentos en que hacemos las cosas es crucial para afianzarse en la realización y tener más fuerzas para enfrentar el vicio la próxima vez que se nos haga presente con ganas de tirar por la borda lo alcanzado.

Es progresiva y constante la templanza que iremos adquiriendo para vencer el escollo. Y ya pronto dejará de serlo, para darle paso al verdadero placer y deseo de ser, sin vicios obstaculizantes a la vista.

Son tan sólo una prueba más, que si la vencemos más nos podremos oponer en su posterior presencia. Y los fantasmas desaparecen, porque no son más que eso, falsas ideas que nos creamos con la intención de hacernos más ameno el devenir diario.

domingo, 9 de agosto de 2009

Los sueños, ¡realidad, inconsciente!

Los sueños son un momento de nuestras vidas que nos tomamos para vivir situaciones que escapan a la realidad pero que las sentimos como tales.
Son la muestra patente de que lo que pasa por nuestro proceso interno es tan real como lo que se circunscribe al mundo compartido de la realidad misma.

Pueden ser tomados como el conducto para depurar temores personales, sin que estos se vean representados necesariamente en la vida real.
Son la vía de manifestación de las mayores represiones y fantasías, en clave de delirios combinados azarosamente sin necesidad de lógica ni sentido de continuidad.

A través de los sueños expresamos lo que se guarda en nuestras mentes, lo recóndito de nuestro almacenaje inconsciente.
¿Por qué habría que creer que no pasó lo soñado? Es tan real como la realidad misma, sólo que experimentado solo por uno, por lo que es la mayor muestra y acto de conciencia de que estamos solos, que atravesamos las historias con nuestro modo de experimentarlas, y por más que las compartamos, nunca nadie lo hará del mismo modo que nosotros.

El sueño es la base de manifestación del deseo, donde se permite fluir libremente sin el rango acotado que nos brindan los sentidos. Ayudan a sacarle un poco el sentido a todo esto y a imaginar sin condicionamientos lo que sería el mundo sin el campo reducido de la intercomunicación.

El sueño es la comunicación interna más primaria, básica y pulida que tenemos con nuestra psiquis.

Soñar es el acto de bajar la guardia y dejar que fluya el inconsciente, que es el que más nos conoce y hace patente los deseos más reprimidos y olvidados, para ponerlos sobre el tapete y dejarnos en bolas ante la reproducción de realidad mezclada con fantasía que decidió hacerse presente más allá de nuestra voluntad.

Los sueños son la voluntad, a la larga, de adaptar la vida a nuestro deseo más profundo, y la expresión de los temores más guardados de nuestro ser.

Soñar es un ejercicio mental que nos libera de creer que, porque no pasa, no es. Es, pasa, por más que sea en la propia mente, sin necesidad de atravesarlo en forma compartida.

Los sueños son el principio de locura aceptado por todos, la conexión con nuestro propio animal de poder. Poder vivir –aunque más no sea en la imaginación- situaciones que nos producen atención.

Soñar es zanjar lo que quedó en espera en la propia psiquis por la velocidad con la que vivimos el día. Al dormir damos paso, queramos o no –y eso es lo maravilloso, escapa a la voluntad- a que se manifieste lo que quedó en stand by, a la espera de esos momentos de guardias bajas, para hacérsenos presente y darnos muestra de lo que sería la realidad si todos funcionáramos por asociación libre.

¿Cómo sería un mundo de soñadores? Supongo que similar a lo actual, porque la calidad del sueño depende de las vivencias que cada cual se anime a liberar de sí, a sacar de sus adentros.
¿Será que los que son medio soretes en sus vidas tienen sueños de mierda?

Cuestión que soñar es un placer, y el no control sobre los sueños son la muestra conciente de que pasa lo que tiene que pasar, y nosotros somos simples canales de manifestación de esas energías en la realidad plasmada en hechos.
Pero el mundo de la ensoñación nos deja claro que el cerebro procesa más rápidamente que lo que nuestros ojos, oídos, vista, gusto u olfato pueden creer, y que eso también es parte de nuestra vida.
A soñar con los angelitos pues, que ya aparecerán.

sábado, 8 de agosto de 2009

Guerrero, en cualquiera de sus formas

Un luchador, una persona que se las rebusca para que las cosas se hagan como las cree convenientes. Un batallador del día a día, alguien que se enfrenta al presente con la misma esencia que los luchadores sociales de cualquier época. Pero luchadores en serio, los que salen favorecidos de cada contienda a la que se le animaron. Y favorecidos no es triunfadores necesariamente, es fortalecido, con experiencia adquirida.

A veces, soldado que se retira, sirve para otra batalla; otras, se cae en combate, y unas tantas se consigue lo deseado. Arremeter o esperar a la retaguardia, formas, maneras de hacer y ser.

Esta música de Alberto Kuselman, Guerrero de los Andes, me llegó de manos de un duende trabajador que conocí en Humahuaca, Jujuy.
Me estaba haciendo pis, y él se entretenía escuchando esto mientras hacía trabajo de herrería en un banco de la biblioteca/comedor/centro comunitario Tupaj Katari. Le pedí usar el baño. No tenía -regué la huerta- pero nos quedamos charlando un buen rato, mientras seguía con su actividad.

Un guerrero es un trabajador de la propia realidad. El que le hace frente a lo que haya delante, de la manera más pacífica y amorosa posible, y sin doblegar el deseo ni la intención.

Un guerrero entrenado sabe que no siempre la flecha da en el blanco, que hay que apuntar a otro lado porque en su recorrido de puntería hace un arco de trayectoria, y se desvía.

El desvío es un modo de llegar al mismo destino por la vía indirecta, sea un atajo o un hecho que se presenta para hacer aprender algo en el camino. Cada contienda se renueva.
Y vuelve a intentar.

Alberto Kuselman y Alberto Feinmann

El autor de Guerrero de los Andes, Alberto Kuselman, es este hombre mezcla de naif, new age, pai umbanda y sabio, que hace terapias del canto. El Inti Sol es el tema que encontré en YouTube; el Amauta, Néctar de los pájaros y El guerrero me flashearon en su mensaje.

El caminante deviene en guerrero, guerrero del amor / es decir, gente valiente capaz de amar / gente que descubre sus limites y los amplía / el guerrero es la suma de amor, libertad, valor / vive el presente fervientemente / intensamente cada día.

Mi abuelo, Alberto Feinmann, los llamaba los llollones a los indios cuando jugabamos de chicos. Al grito de ¡Ahí vienen los llollones! salíamos corriendo a escondernos.
Y otro dicho que se le escuchaba seguido era Non preocuparum, largum vivirum.

Y, siempre según él, las inscripciones de la Catedral, Salvum fac populum tuum y Benedic hereditati tuae junto a las llamas siempre encendidas, significaban Salvo Dios, el pueblo es un tonto y Bendito eres si heredas a tu tata, respectivamente.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Nietzsche y los conceptos de Poder

Friedrich Nietzsche es un autor que a muchos le puede parecer avasallante y creído -nadie, ni él, dice que no lo sea- pero animándosele un poco se extraen muchas ideas provechosas y que permiten entender el mundo desde una perspectiva más vital y menos quejosa.

Nietzsche propone la transmutación de los valores.
El valor de su pensamiento radica en que ofrece una perspectiva distinta a la normal.

La FUERZA es el concepto central de su obra, es el principio abarcativo que determina la diferencia de los hombres y está determinada por la CAPACIDAD DE VER VERDAD.

Se suele creer que cada ejemplar de ser humano es equivalente al resto. Nietzsche plantea una diferencia jerárquica (no social) entre las personas determinada por la FUERZA, que nos habilita a distintos juegos en la vida.

Cada ser cumple una función en el conjunto de la naturaleza. La FUERZA determina la VOLUNTAD DE PODER del individuo.

VOLUNTAD DE PODER:
lo que quiere todo ser vivo es dominar, tener más poder.
Sostiene que todo lo que vive tiende a ser más, a crecer, a hacerse más grande.

No se es fuerte o débil a partir de la situación que uno tenga respecto a otros. Se es por la VISIÓN de la vida que se tenga, la POSICIÓN asumida. Hay qe entender qué nos pasa con la EXISTENCIA.

“La historia de la humanidad es la historia de las matanzas”. Todo avance cultural es consecuencia de una guerra. Pedir no violencia en el mundo sería desistir de una pulsión orgánica básica. El cristianismo impone el criterio de la debilidad.

Para Nietzsche, la FELICIDAD es la sensación de que una resistencia queda superada.

Existe una ESTRUCTURA PIRAMIDAL que determina las formas de estar en el mundo (no es social, sino de fuerzas).
En esa
PIRÁMIDE se pueden identificar 3 tipos distintos de GRAVITACIÓN FISIOLÓGICA:

1. ESPIRITUALES: son los más fuertes y los que pertenecen a la punta de la pirámide. “El espíritu es una cualidad de ciertos cuerpos”. Los espirituales son los encargados de representar en la tierra el BIEN, la BELLEZA y la VERDAD.

2. FUERTES DE MÚSCULO Y TEMPERAMENTO: pertenecen a la franja intermedia de la pirámide. Estos liberan a los espirituales de los esfuerzos que implica obtener poder.

3. MEDIOCRES: son los que no destacan. Integran la base piramidal y son la mayoría.

La FELICIDAD del fuerte es la BÚSQUEDA de CAMBIO. El débil busca tranquilidad, ESTABILIDAD.

Existen 3 TRANSFORMACIONES posibles del ESPÍRITU:
  • CAMELLO: es quien lleva la carga de vivir. El verbo que lo identifica es DEBER.
  • LEÓN: no sabe el para qué de su libertad. El verbo que lo caracteriza es PODER. Finalmente, se va a su desierto y enfrenta a su último señor. Al vencerlo alcanza el estado SUPERIOR, el de NIÑO.
  • NIÑO: lo caracteriza la INOCENCIA ante las situaciones, asume un nuevo principio de realidad. Es un santo del decir SÍ, su instinto lo determina. El verbo que lo identifica es QUERER.
Al inventar el IDEAL el hombre entró en un período de DECADENCIA. Es la idea de que el mundo tiene que cambiar.
El IDEAL del sentido de la tierra pide que afirmemos la existencia. Propone que ejerzamos el DESEO y nos hagamos cargo.

Los INSTINTOS de un hombre son variados y tienen diversos sentidos. Ahora, el DECADENTE los dispersa y no va para ningún lado, mientras que los instintos del ASCENDENTE en su totalidad tienen una dirección definida.


A mi todo esto me fue de gran utilidad. Aún si no te gusta del todo o te parece agresivo, ¿no te obliga a afirmarte en tu mundo?

Existe una aprobación general de la realidad. Es una idea muy exigente ya que no reprocha la existencia del mundo.
La fuerza es la clave para entender y pensar cualquier fenómeno. Somos animales, naturaleza pura.


El horizonte que propone estas ideas sirve como una ventana que se abre y nos permite respirar, una invitación a dejar de pensar y actuar en contra de sí mismo, y brinda una apertura al crecimiento y la aceptación general.
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