viernes, 30 de abril de 2010

Amor, expresión divina

Elixir de los manjares de la dulce y terrena pasión. Todo listo para almorzar. Lo acompaño con un rico Norton clásico. Deleite y a ver qué depara el rapto de inspiración divina. D’il vino.
Me alimento y hago el amor con el vino. Le doy un beso a la copa, me repito. Y leo este maravilloso libro que habla sobre el proceso de creación.

“Es posible descubrir que, a pesar de la inmensidad y perfección de su estado de ser, la Conciencia Absoluta se da cuenta de que está sola. Esta Soledad encuentra su expresión en un inmenso anhelo de tener compañía, comunicar y compartir, una especie de Anhelo Divino”
“La fuerza más poderosa que se halla detrás de toda la creación se describe en este caso como una necesidad del principio creador de dar y recibir Amor”.


El Amor es lo único que todo lo puede. Es la expresión de la realidad subjetiva hacia el afuera, el compartir instancias de plenitud y abundancia con un ser que percibimos recíproco.
Amar es darse a conocer sin barreras, es dejar que el alma exprese su condición de divinidad y que no haya condicionamientos estériles que veden el paso del continuo fluir expresivo.
Amar es querer. Querer es dejar que suceda, algo que no controlamos, que dejamos que acontezca.

Si te sentís mal, la respuesta rara vez suele estar afuera. La lluvia y el guardarme sin salir me lo terminan demostrando. Siempre la Naturaleza que se expresa y me hace reflexionar.


No hay sentires absolutos, son pasajeros en trance con voluntad de dar más. Se los veda o da paso libre, y ahí será el deseo de amar.
Quererse es la clave para estar en lo cierto, de que alguna vez el pesar se irá. Y no es con ira que eliminaremos lo incierto, es verdad que lo que baja estará.
Se hará presente aunque no lo busquemos, airear y dejar que decante es la forma de dar. El que teme al futuro es porque el miedo lo domina y no deja que se estanque otra forma de sentir y aprenderse a brindar.

lunes, 26 de abril de 2010

Pueblo chico, sobreinformación grande

Recorrer el país y conocer la vida de pueblo ayuda a comprender, a menor escala, cómo se comportan las personas en su hábitat social. La gente de pueblo tiene patrones en común. Y las ciudades no son más que un cúmulo mayor de personas, agolpadas con –supuestamente- mejores condiciones de vida.

En los pueblos, como en todos lados, la información sobre otros y el afuera es lo que los hace conocedores. Y eso, estar informado, aparentemente, los convierte en gente con poder.

Ahora, se informan sólo con la televisión prendida, las 24 horas casi, y con el chusmerío del boca en boca de lo que pasa entre su gente. No debería ser suficiente, porque la TV muestra una realidad distorsionada, y la gente de pueblo parece interesarse en demasía por lo que hacen los otros. Les falta la cuestión cultural en la cual concentrarse y no darle tanta bola al qué dirán. Es por eso que se termina convirtiendo en un puterío o un infierno el lugar. Por obra y gracia de ellos mismos.

Un cine, Internet, un libro, el teatro, son formas de salirse de uno sin necesidad de hablar mal del otro. Ahí reside una de las claves del bienestar. En no prestar tanta atención al otro ni al qué dirán de uno. Concentrarse en lo que se quiere e ir por ello sin importar nada más que el propio objetivo. Siempre que no afecte a terceros, claro está, porque sino ahí el ciclo vuelve a recaer en el otro.

Al hablar con los pueblerinos, ellos suelen adjudicar el interés extremo por lo que hacen o dejan de hacer los otros en que no tienen temas de sumo interés a lo largo del día. Por ende, se concentran en el afuera. Se los informa un periodista desde un noticiero, o gestan ellos el propio informativo con vecinos que aprenden a saber qué pasa en los alrededores de sus casas.


La existencia de la cultura en la vida ciudadana aporta ese dejar de pensarse y poder meterse en el arte que otro está sabiendo transmitir. La falta de ella –la cultura- hace que las personas vivan lo que reciben por boca de terceros como sumamente relevante, cuando en realidad es una tergiversación producto de la subjetividad de cada cual. Mera opinión catalogada como información. Eso no es poder, es chusmerío sinsentido llevado a un plano de importancia que no es tal.

jueves, 22 de abril de 2010

La ansiedad, el mal de los tiempos que corren

La ansiedad es un estímulo magnificado que se instala en el cuerpo y convierte las sensaciones en recargas involuntarias de 220. Voltaje que se traslada a la velocidad que pretendemos que vayan los hechos cuando éste, el tiempo, la acción, la resultante, se burla de nosotros en la cara al ir al ritmo que la situación propone.

El ansioso se pierde la minucia, la nimiedad, el detalle, porque está ocupado en vivir el futuro en el presente, y no sabe qué hacer con ese espacio de línea temporal entre lo que ya está queriendo saber y lo que tiene ahora.

La ansiedad carcome los nervios y hace que el disfrute quede en stand by hasta que aflojemos con la voracidad de pretender ver más allá de las narices, o de lo alcanzable, mejor. Se recomienda desistir en la actitud, en la medida de lo posible, y ver qué depara el destino.

Por más que no se crea en él –el destino- hacer el entrenamiento de no saber qué pasará las horas venideras, y no entrar en caos, suele ser un buen comienzo para lograr deponer las armas. Armar un mundo de un granito de arena no suele ser aconsejable.

El ansioso corre detrás de un sinsentido que cree inminente, y se precipita a la vertiginosidad incesante de no poder comprender realmente lo que pasa porque está preocupado por lo que pasará.

Ser ansioso es llevar un ancla, un lastre, colgado de la sien sin haber tomado conciencia de eso y, por ende, sentirse insatisfecho con lo realizado, aún logrando las cosas que buscamos, tan sólo porque se sucede a cuentagotas y no estamos dispuestos a soportar que no vaya a la velocidad que quisiéramos.

La ansiedad es un trastorno, un trastoque, un impedimento mental que nos hace dar vueltas sobre un mismo tema, querer comernos la cola como los perros, y siempre se termina maldiciendo al mundo por no ser como querríamos, cuando lo que tendríamos que hacer es concentrar esas energías desperdiciadas para alcanzar el objetivo propuesto.


Fragmento de "Así habló Zaratustra"
de Friedrich Nietzsche

Del camino del creador

Pero ¿tú quieres recorrer el camino de tu tribulación, que es el camino hacia ti mismo? ¡Muéstrame entonces tu derecho y tu fuerza para hacerlo!

¿Eres tú una nueva fuerza y un nuevo derecho? ¿Un primer movimiento? ¿Una rueda que se mueve por sí misma? ¿Puedes forzar incluso a las estrellas a que giren a tu alrededor?

¡Ay, existe tanta ansia de elevarse! ¡Existen tantas convulsiones de los ambiciosos! ¡Muéstrame que tú no eres un ansioso ni un ambicioso!

Ay, existen tantos grandes pensamientos que no hacen más que lo que el fuelle: inflan y producen un vacío aún mayor. ¿Libre te llamas a ti mismo? Quiero oír tu pensamiento dominante, y no que has escapado de un yugo.

martes, 20 de abril de 2010

Comunidad, unir y potenciar

Vivir o concebir la vida en comunidad no es algo tirado de los pelos, partiendo de la base que comunidad significa lograr o alcanzar una unidad común. Contemplar la vida comunitaria implica aceptar que el punto de unión, el factor que aúna a los allí presentes, debe ser lo que movilice a los integrantes, algo conjunto que los haga tirar para un mismo lado.

La palabra comunidad no debe ser utilizada con cualquier finalidad. Concebir que todo aquello que se hace en grupo es comunitario es un craso error.
Un sistema comunitario pretende y exige aceptar que no hay idea preconcebida mejor o más conducente que la que se logra en interacción conjunta. Es por eso que todo aquel que trae una (búsqueda de) situación precocida desde su individualismo galopante, en una comunidad pronto será rechazado y puesto a reflexionar.
El accionar y buen funcionamiento de una comunidad toma vida más allá de los integrantes de la misma y le da sentido e identidad a las vidas de cada individuo que la conforma.
Habitar en comunidad nunca es una imposición, más bien se acerca a un logro común, alcanzado por aquellos que se fijan una clara intencionalidad y arremeten con sus fuerzas mancomunadas por ello.

En una comunidad, los mecanismos eyectores de aquello que le hace daño al conjunto deben estar entrenados y pulidos.
Una comunidad debe tener diálogo, sentido de realización grupal, pero por sobre todo, un objetivo en común que persigan cada uno de los allí vinculados, para no perder el norte y conducirse, aún sin decirlo constantemente, hacia un mismo rumbo.

Una comunidad es una idea de familia amplia, que pretende impulsar a cada uno de sus integrantes hacia un horizonte distinto al que podía divisar en su individualidad. No se trata de un club social, es un compromiso asumido de sentido común y eso hace que se dificulte su concreción. No muchos están dispuestos a resignar su parte en la búsqueda del todo. O sin ser pretensioso, más que del todo, del factor de unión del momento.

domingo, 18 de abril de 2010

Los límites patrióticos

Lunes 5 de abril, 15 horas

Me dije que despejaría el marote cada 60 días. Y en ese tren estoy.
Sin rebuscársela, la vida es simple, no tiene más meollo que hacer avanzar, con realeza, verdaderamente, lo que andemos deseando.
Estoy a orillas del río Paraná. Sobre el monumento España, en Rosario.
El vértigo y la quietud, moverse en esos andariveles, es mi búsqueda constante. Incesante definidor de vertiginosidades, me reencauso tras cada paso preciso. Ah, si lo preciso.
Ya tener verde enfrente aquieta la mente. Estuve trabajando y ahora reposando. En 2 horas sale el micro de vuelta.

Los límites

Uno se da a conocer como puede y le sale. Y a medida que crece se va dando cuenta cuáles son los límites, propios y de las personas con las que entablamos vínculo, principalmente en el sentido de trabas culturales, o de enseñanza, o aprendizaje mejor dicho.
Dar y darse con los límites, encontrarse cara a cara con los impedimentos emocionales requiere un esfuerzo y una resistencia grande a los sinsabores de la vida.

Es disponer de varios caballos de fuerza y buscar estirar las paredes de posibilidades, hacer chicle el tiempo, y que entren las alternativas que se pretenden.

Dar con los límites ajenos implica aceptar que el otro complementa el espejo de nuestra conciencia, y no siempre se debe seguir la convicción de que el interlocutor entienda lo que queremos vislumbrar. Ni siquiera que oiga. Apenas nos animemos a verlo, se extenderán las barreras de la percepción personal para dilatar la extensión y darle luz a la sombra.

No más de cara al río. De frente con decisión y autonomía.

Dale que ya te vas. En el micro. ¿Conflicto en puerta? Es el que se muestra opuesto a lo que uno quiere dejar ser. Lo vi mal. Y me valoro más de la cuenta, por lo que dejo patente el instante en que me jodió lo que procesó. Vivir pendiente del otro no es lo que quiero, para mi y para el resto de seres que me rodean.

Crecer implica creer que lo que pensamos e hilvanamos es el camino certero de satisfacción.
No voy a dejar que nada ni nadie impida el paso y libre circulación de mis sensaciones y a riesgo de parecer cargoso, voy a dejar que surja lo que tiene que aparecer. El resto va a distender, sin pretender otra cosa que expresarme claro y conciso.

Bueno, parte. Y yo voy a entrar en acción al llegar. Los efectos distractivos los dejo de lado y voy a ver qué sucede en mi plena satisfacción. La distracción cuando corresponde.

martes, 13 de abril de 2010

Creatividad: sin conflicto, orgánica

Renuncia al CONFLICTO, reza la creatividad de Osho. "Porque el ego es el resultado de tu actitud conflictiva". Es otra forma de abandonar el ego, si es que tal cosa existe, como predican todas las religiones.
"Puedes estar en armonía con la totalidad o puedes estar en conflicto con la totalidad, en disonancia. La falta de armonía da como resultado la desgracia; la armonía da como resultado la dicha. La armonía da como resultado un profundo silencio, alegría, disfrute. El conflicto da como resultante ansiedad, angustia, estrés, tensión".
EL EGO NO ES OTRA COSA QUE TODAS LAS TENSIONES
QUE HAS CREADO ALREDEDOR DE TÍ MISMO.


El hombre es una unidad orgánica, porque nació del centro, de la semilla que germinó en el vientre de su madre. Es un ser interior, que desde ahí circunscribe su entorno.
La contraria, la unidad que desde la circunsferencia hace uso del centro, la que parte de su exterioridad, es la unidad mecánica. Actúa producto de varias partes que se unen para conformar el todo, mecánico.

No actuar mecánicamente es permitirse conectar con la esencia de neustras raíces e hilvanar las propias lecturas con las interpretaciones que nos hagan ser auténticos, espontáneos, únicos en la manifestación orgánica del propio aparato, generador de vida y transmisor de fecundida absorbida por la necesidad. De respetar los órganos que se hacen eco, del modo en que son tratados sin importar el sinrazón.

sábado, 10 de abril de 2010

Valor con muzzarella


Las personas excesivamente controladas, reguladas, moderadas me despiertan sospecha. ¿Qué hay por ocultar?
Me incomoda y molesta la actitud de quien se cree fuerte en su abroquelamiento y al fin de cuentas no puede ceder en su visión cerrada de mundo.
Esa persona no merece mi “estar pendiente” constante. En realidad es un problema que se aprende a llevar con el paso del tiempo.

Aquel que no responde, se debería ganar mi distancia, y no por enojo, sino por respeto, a mí mismo.
Saber y ser consciente de lo que uno vale es central para no dar más de lo que nos están pidiendo.
Y saber lo que el otro está dispuesto a dar, para no exigirle más de lo que puede. Ca’ cual es ca’ cual.
Pero después yo acciono acorde, más allá de los pocos que me rodean. Eso crece haciéndose VALER.

Como que no se torna obligatorio hablar si uno está en armonía consigo, pero también sé que la vida se enriquece más en la interacción. Surgen nuevas variantes, opciones, posibilidades. Sino, a mi en mi soledad ya me conozco. Todo se mantiene estable, siempre que no esté cruzado, y en caos, normalmente dañino si no me quiero ver ni en figuritas.
La gente con rastas, o un lugar donde suena la música reggae me caen bien. Son la sintonía con mi cuerpo y alma. Por más que de rasta tengo poco con mi pelada incipiente. Es una forma de ser y actuar, cansina, tranquila, sin avasallamiento. Se les entra más fácil.

Pizzería las 3 jotas se llama donde estoy comiendo. ¿De qué serán las 3 J? Jugar, joder y jactarse, arriesgo, a riesgo de equivocarme. Pero son 3 palabras lindas, amistosas.
Siempre hay algo que se muestra como atrapante y tentador en un mundo de personas presentes. El tema es ver hacia dónde uno apunta sus cañones.

Leí a Pavlovsky hoy a la tarde y me inspiró. Espacio y creatividad se llama el libro. Arranca relatando en detalle un torneo de fútbol con fichas que hacía de niño. Lo central es creer en la forma imaginaria que le da el creador, incentivarla, promoverla. El resto se hace eco de lo que puedan generar los que interactúan.

Hablar mucho sin sentido no es lo mío. Elijo hacerlo con conocimiento de causa, aunque rara vez pasa eso. En esos casos, prefiero pasar desapercibido. Si nadie nos obliga a destacarnos. Pero qué linda sensación invade al hacerlo…

Vamos por el camino de lo que deba ser. Lo demás no lo conozco. Ni esto siquiera, pero qué dificultoso es enfrentar lo desconocido. Estoy entrenado.

miércoles, 7 de abril de 2010

La rendición del Ego

Las mariposas captan el aroma del amor. Se aparecen en los momentos en los que sobrevuela la sensación de feliz coincidencia, de sentirse uno con el todo, de querer redoblar los deseos y de dejar el ego reposando, que haga la siesta.
Difícil de creer, pero acaba de caer y reposarse una vaquita de San Antonio en la hoja, se dejó ver y se fue.

Leo fragmentos de Osho que me hacen bien: “Ser egocéntrico es ser inconsciente. Un yo es algo muerto, está vivo sólo de nombre. La conciencia es vida infinita. No tiene límites. Pero normalmente todo el mundo es egocéntrico.
Hay que entender esta paradoja: ser egocéntrico es ser inconsciente, y no ser egocéntrico –o no ser consciente de este yo- es hacerte consciente. Y cuando no hay un yo, cuando este pequeño, este minúsculo yo desaparece, alcanzas el verdadero ser con S mayúscula; llamalo el Ser Supremo, o el ser de todos.
De modo que éste es ambos: es no-ser en el sentido de que no solo es tuyo, y es el ser supremo, porque es el ser de todos. Pierdes tu minúsculo centro y alcanzas el centro mismo de la existencia. Repentinamente te vuelves infinito; de repente dejas de estar atado, dejas de tener una jaula alrededor de tu ser, y comienza a fluir a través de ti un poder infinito. Te conviertes en un vehículo, limpio, sin obstrucciones. Te conviertes en un conducto, vacío, sin nada propio. Esto es lo que llamo la rendición”.


Osho es terrible. Es apabullante, directo, sagaz, toreador y sometedor con sus enunciaciones orales. Es un continuo nutrido de ideas, que dejan pensando y -se coincida o no- te exponen a una sólida argumentación que nos deja culo pal norte. Como los finales de los dibujos de Condorito.

Normalmente los grandes pensadores tienen mala prensa. Es como un escollo inicial que pocos se animan a franquear, “lo que se dice de”, y muchos quedan en la idea de lo que un autor representa por lo que escuchan y no por haberlo leído a conciencia. Me pasó con Nietzsche, me pasa con Osho.

Allá los que se adosan al pensamiento masivo, se lo pierden. Si te sentís siempre en falta, cometiendo un delito, o pecando –como dirían los religiosos culposos-, si siempre flasheas que no deberías estar haciendo lo que estás haciendo, es imposible sentirse uno con el todo, deviene malestar y con ello el consecuente recurso del miedo.

Alcanza con soltar la necesidad de primera persona. Singular si se manifiesta en forma de ego, plural si se da a conocer como unos representativos seres que nos agrupan y nuclean. Maneras de escapar a la indagación del camino individual.

El individualismo también suele ser mal entendido, pero es indispensable y enriquecedor abordar en algún momento de la vida el autoconocimiento, la realización personal, sea del índole que sea, y hasta practicar el egoísmo si desde nuestro parecer aporta algo a la causa de conocerse, y darse a conocer, como verdaderamente lo deseamos.

lunes, 5 de abril de 2010

Filosofía aplicada

Por un lado, Leopoldo es un sabio hombre, filósofo, que brinda su tiempo al cultivo de la charla y ayuda a las personas a pensar sus vidas, comprometido en mejorar la calidad de vida, como dice en su escrito presentación de actividades 2010: http://www.pensarlavida.com.ar/novedades/pensarlavida_abril2010.htm

Encuentros
grupales e individuales
4551-9296 / 4554-0916

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CHARLAS ENCUENTROS  /  HACEN AVANZAR
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Por el otro, Alejandro ayuda a progresar en el camino de la escritura, del desarrollo y entusiasmo por concretar proyectos personales.

TALLER DE PROYECTOS DE ESCRITURA
martes 13, 20, 27 de abril y 4 de mayo
costo: $300 - lugar: Serrano 1595, Palermo, Bs.As.
Informes e inscripción: cursos@bienvenidosami.com.ar / 4381 8616

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