miércoles, 31 de marzo de 2010

Cordial y no displicente

La cordialidad suele ser bien recibida por parte de personas que no conocemos y que esperan una respuesta inmediata que se adecúe a sus intenciones.
Sobre utilizada, la cordialidad, puede ser interpretada por el que ya nos frecuenta como una muestra de debilidad, y por ende conducida con intencionalidad hacia su molino.
En esos casos hay que saber distinguir la situación y cortarla con un repentino arranque que nos vuelva a posicionar en la disyuntiva de saberse hacedor y no por eso menos condescendiente con la entrega a lo que ocurre.


Todos esperan cordialidad, el tema es saber comunicarlo y darlo a entender para que el accionar acorde nos lleve al plano de elevación que proyecta la propia personalidad al permitirse ser cordial más allá de las circunstancias que fomentan la competencia y el encontronazo sin razón de ser.

Ser en la consistencia de saberse pleno de obrar como nos viene en ganas. Al sabernos cordiales, todo fluye en la sintonía correspondiente. Sin hincar el diente, la pendiente se hace menos negligente y se disfruta de la gente, que por más que ofrezca resistencia es lo que pide sin clemencia, ser bien tratados y poder expresar.

domingo, 28 de marzo de 2010

La relatividad al paso

La vida es larga, intensa, y desde ahí sentimos y vivimos. No se puede juzgar al instante según lo vivido. Hay mucho más por incorporar previamente antes de sacar las propias conclusiones. No me dejo llevar por el pensamiento instantáneo, propio del deseo inmediato, es una mera idea de lo que queremos. Hay que dejar asentar. Ver qué decanta.

Lo concreto es lo que sentimos en nuestro corazón, y eso son buenas vibraciones de las personas con las que logramos conectar.
El resto decanta, no más allá de la libre interpretación. Es lo que se alinea al cosmos, y uno está presente para leerlo y dejar ser. Nada va en desintonía así.
¿Va mal? Todo asienta.

Tremendo positivismo constatado el del ser humano que busca ser feliz con lo poco disponible aún. Lo no abundante le durará poco al que se comporte así.
Es lo que queramos que sea. ¿Y la realidad? Está, fehacientemente, en nuestra propia imaginación.

Y si lo que quieras creer es, ¿qué onda? No hay más que construcción posible, y constatable por nuestra cabeza, que fluctúa según el deseo.
Estamos aquí para transmitir paz y armonía, y me siento éter en este Universo líquido que se subleva y no para de mostrarme que somos lo que queremos creer y podemos imaginar.

Basta de pensar en absolutismos. Ya sabés que no existen. Suprimamos la idea de que algo pensado tiene que ocurrir. Es mera propagación de las energías evolutivas, y a ver qué resuena en este universo sideral de iluminaciones pasajeras.
¿Acaso hay alguien que crea tener la verdad que se le revele en sus manos y nos sepa decir por dónde se conduce la realización ideal?
Al ideal lo mato, y me hago eco de este momento, que me muestra sin dudarlo que las palabras se desvanecen, y no quiero ser más sumiso de otra idea que se presente, para hacerme voluntad de su ira e incompetencia. ¿Qué más da?

De que no soy más que un ego pululante, sólo que sin malas intenciones, y siempre intentando acompañar. Me hago fuerte en la victoria de saber que soy triunfante, por aceptar la discordancia tanto como el sin razón.
Amo ser yo, y yo soy nada, y es por eso que me entrego a este humilde corazón. Las palabras son el relleno, que nos deja maniatados, y ya sé que no soy eso, soy un cosmos que se hace dos. Un destello, bello, ello, lo sé, aunque cueste decirlo, y asimilarlo como cruda sensación.

Sos mía porque sos del viento. Soy tuyo porque no tengo razón. Busco ser feliz. Quise decir fácil, pero sé que soy dificultoso, tan sólo un peresoso puede entregarse a la inercia, confiar en su intuición. Ser muerto en la desgracia, ser vivo en su amor, y que el resto sea sin distancias. Soy tu ego, vivo en mi medio, doy con confianza y volverá lo que tenga que ser. Soy, y ya es suficiente. La que perciba me dejará ver si es mi Dios. Vos, yo, nosotros, qué importa si nos sentimos plenos. Quiero ser vida, y ahí no importa el día. Es creencia, de que las montañas son la guía, y no hay vida que se quiera proyectar más que la instancia presente de creerse dicha. Dicho y hecho, qué más da. Las estrellas son mi luz, yo irradio lo que dio, y no hay distancias que el tiempo no una, porque las vidas se hacen a partir de tu proyección.
Te proyecto, te pretendo, así alcanza y sobra porque mi dulce sensación no es más que lo que el otro brinda, y aquí estamos, para hacerla acción.
Te escucho, te siento, y si de propios se trata, vamos a ver qué depara. Ya mi mente es esqueleto, sólo creo en lo que depara.
Lo que venga es riqueza. Exquisito, sin pereza. Y esa sí que no acabó.

jueves, 25 de marzo de 2010

Viva la diversidad

Ayer un amigo me propuso ir al acto por el día de la Memoria. Primero dudé, porque no soy muy afecto a las manifestaciones en masa. Tiendo a creer que en el amparo de la cantidad de personas que hay, se suelen proclamar ideas que no necesariamente identifican a la mayoría.

Por otro lado, comprendo el dolor de aquellos que perdieron a algún familiar en una época belicista y llena de odio de nuestra historia como país, que no es tan lejana aún como para dejar de lado los rencores y deseos de ver muertos a "los del otro bando". Pero, como manifesté el 24 de marzo del año pasado, para mi la memoria no es sólo recuerdo (click para leer la nota) y prefiero hacer hincapié en otras características a no olvidar para lograr salir del fango en el que se empantan los que siguen creyendo que el gritito pegadizo de "el que no salta es militar" tiene algún sentido.

Aún con esos valores discordantes con los concurrentes, agarramos la bici y nos mandamos a ese encuentro de personas dispuestas a avalar la existencia de este día tan particular. Me gustó estar allí. Principalmente, me agradó ver a un cúmulo de gente, variada, heterogénea, en la Plaza de Mayo, corazón político de esta ciudad, que circuló, se expresó, dijo presente, gozó del espectáculo y se retiró. Corazones de papel decoraban la plaza toda, como símbolo de la paz en la que se desarrolló, y dos pantallas a los costados no paraban de reproducir imágenes de Cristina Kirchner, la bandera argentina, y la historia de las Madres.
Al observar ese panorama siempre politizado del acto, las columnas que avanzaban por Avenida de Mayo de partidos opuestos al Gobierno actual, me surgió la principal idea que para mi se debe sostener y reivindicar de la vida en democracia en la que estamos inmersos. Y es ni más ni menos que la posibilidad de expresar la diferencia. La vida en sociedad implica aceptar que no todos van a pensar igual que uno, y eso no requiere que haya que pelearse o matar por ello.

La democracia es un sistema que nos permite manifestar un parecer y no coincidir con el del otro, y eso no pone en riesgo nuestra integridad, o no debería. La diversidad de personas allí presentes lo hizo tangible. Incluso, al hablar una de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, estandarte político extremista, hubo altercados, cruce de palabras y manotazos entre dos personas que estaban cerca en el manto de cabecitas que asomaban entre las banderas. El argentino tiene muy fija todavía la rivalidad y enfrentamiento cual River-Boca entre posturas distintas. Incluso en las altas esferas del poder gubernamental se piensa con esa lógica. Y creo que contemplar y celebrar la diferencia, la inevitable diversidad existente en una concentración tan grande de personas ayudaría a afianzar la convivencia posible.

Todo es mejorable, sin dudas, pero que la democracia es el sistema que más nos puede contener y brindar opciones no debería ser cuestionado ya. Expresarse, convivir y aceptar lo distinto a lo que nos circunda es clave para que a 200 años de habernos constituido como país independiente -y apenas 27 de continuidad democrática no doblegada- podamos salir a la calle o donde queramos a apoyar una idea. Incentivar la agresión, el odio o hacer continua referencia a los muertos en tiempos que muchos no vivimos no ayuda a hacer memoria necesariamente, apenas si incentiva a que se siga repitiendo aquello que ya dejamos de lado. No hay que matar por las ideas, hay que vivir por y para ellas.

martes, 23 de marzo de 2010

En grupo

En la diversidad está el gusto, dirán algunos, otros prefieren hacer referencia a un equipo, comunidad, grupo, pero el hecho es que producen en su conjunto, las personas, un sentido de la existencia menos individual y más tendiente a propagar el gusto y deseo mismo o la alegría de vivir.

Una celebración consumada en papel, para no faltar al punto de unión que nos trajo a charlar alrededor de una mesa y algún tema en común, saltarín, que se pasea.

Juntarse, para recrear el espacio de juego, para generar ratos de buenas vibraciones y continuar sueltos.

Libertad bien entendida, sin proclamarla sino ejerciéndola.

Estos son los blogs de los que fuimos al primer encuentro. ¿Adivinan por las caras y el estilo cuál es de cuál?
Esto salió al escribir cada uno una frase en un papel y pudiendo ver sólo la última:
Euge (Pinyta Rita Bangladesh)  http://pinyta-pinyta.blogspot.com/

lunes, 22 de marzo de 2010

Agua, como te deseo

En el día del agua refloto un texto de fin de viaje vacacional, a orillas del Lacar, tras 14 horas de interior de carpa por lluvias intensas.

El gran océano es la fuente original que irradia posibilidades de creación al resto de los agentes acuosos.
La creación es grande y vasta y desde allí puede recrearse en diversas formas y tipos, según el deseo de entretenimiento que tenga el agua misma, que procede de un mismo origen y decanta y procede con ese fin.

Están las olas que no son más que saltos galopantes de ese curso de gotas que se subleva producto del viento y generan rompiente e incipiente deseo de ser barrenadas como mera creencia de dominio del mar. Expresiones humanas de un sinfín que lo deja creerse domador de un proceso infinito, en el cual actúa pero no domina, más la creencia es parte de su dulce ilusión.
Están las nubes que se condensan en el cielo. Superan el horizonte ecléctico y se separan del origen creador. Se creen por momentos independientes, generan su propia tempestad. Chocan, hacen ruido en el sistema recreacional, y sucumben ante la lluvia, voluntad de de reunirse y acompañar. Riegan vegetación, brindan cosecha floreciente, y siempre vuelven a su raíz cósmica, de ser uno con el mar, el océano, el agua y su Dios.
No es cuestión de creencias, es supervivencia, del hombre y lo que lo rodea hoy. El agua retoma su vertiente. Se simboliza en lagos, arroyos, imponentes ríos, pero siempre apunta a la misma creación.

También hay nieve en este idilio, nunca más lejano del profundo fragor. Adquiere formas, sólidas y construidas, destruidas por el que quiere vivir allí hoy.
El hielo condensa la solidez del ocaso. Un glaciar te deja sin habla hoy en día, no es más que un brazo del mismo proceso, que busca ser agua y unirse a su ser. Ser océano incipiente que invite al suceso, de verla volver a su vertiente e inunde tu ser.

El agua es lo que vale, o valdrá en este mundo posmoderno, en donde le damos categoría de acuerdo a la acción, y no existe más vida que un dulce sabor.
La salada abunda y no está procesada, por la Naturaleza que invita a extraerla sin voz. Las hay ya sequías, y ahí la abundancia, se confunde con templos de rara perdición.

El agua emprende su ciclo sin importar lo que hagamos. Acudirá en nuestra ayuda o nos pasará por encima. A nadie parece ocuparle su rima, si prima en creencias de que se puede comprar. La acción humana no influye, es un recurso que existe, su ciclo no para, y nos sabrá sepultar.

Sólido, líquido o gaseoso es lo que por ahora aprendimos. La química guía los pasos a dar. Ya vendrán tiempos de escasez y su búsqueda guiará la conciencia de un ser sin su banidad.

El agua es deseo que vierte en rompiente, el sur es la muestra de lo que abunda y se extenderá. Patagonia querida, ya estaré contigo en un futuro, es saber ver sin disimulo y aceptar lo que brindás.

Agua, creencia espejada

Parece excesivo creerte dispuesta, las nubes van de blancas a negras, y está por diluviar. No se rechaza, sos bienvenida, conciencia limpia ayudás a engendrar.
El agua da vida, alimenta poblaciones. Pelear por su estado, no es ya guerrear. Es entender de su humilde y concretas intenciones. Que vengan por ella los que tarde se animen a pelear. Agua divina, sos oro en la tierra, te bebo, te huelo, y te conmino a refrescar.

Lo que daña no abunda, y lo que abunda no daña, sin saña, tus mañas aprenderé a cursar.
Acequias, conductos, mi vida va hecha, se alimenta de tu esencia y sabrá disipar, las manos hostiles de los que creen ser dueños, menos lucha y veneno, más vida y a disfrutar.

El agua se funde con el verdadero consorte, cuando está baja la nube está por garuar. Si se eleva y se mueve es que sigue su curso, hago uso pero no abuso y la invito a se disipar.
Suena crujiente un árbol que te destila, y no pretendo rima, ya me superó. Oh, agua divina, sos vida en la Tierra, y mi pulso un latente vislumbre de vos.

El verde no es más que producto de tu lluvia, no hay forma que se regenere vida si no te caés, de las nubes y vas a parar a los ríos, que decantan en lagos que iluminan mi visual.
Qué importa la percepción si no das tu alegría. Vida viva, tu amor ¿qué más da?

Cielo azul que refleja esa misma historia, el agua es cristalina pero refleja lo que le dan. Si el cielo está gris, ella muestra su espejo. Se va despejando y te invita a volar.
Al ver el sol, es otra la historia, nos hace creernos superpoderosos y más.
Apenas un Dios que acrecienta la idea, pero el agua es la que nos alimenta y prevalecerá.
Te doy mi condena agua de ultratierra, en tus manos está mi manera de actuar.

viernes, 19 de marzo de 2010

Amar es Poder



El Amor es lo único que todo lo puede. Es la expresión de la realidad subjetiva hacia el afuera, el compartir instancias de plenitud y abundancia con un ser que percibimos recíproco.

Amar es darse a conocer sin barreras, es dejar que el alma exprese su condición de divinidad y que no haya condicionamientos estériles que veden el paso del continuo fluir expresivo.

Amar es querer. Querer es dejar que suceda, algo que no controlamos, que dejamos que acontezca.
Si te sentís mal, la respuesta rara vez suele estar afuera. La lluvia y el tener que –querer, mejor- guardarme sin salir me lo terminan demostrando. Siempre la Naturaleza que se expresa y me hace reflexionar.

No hay sentires absolutos, son pasajeros en trance con voluntad de dar más. Se los veda o da paso libre, y ahí será –se da- el deseo de amar.
Quererse es la clave para estar en lo cierto, de que alguna vez el pesar se irá. Y no es con ira que eliminaremos lo incierto, es verdad que lo que baja estará.

Se hará presente aunque no lo busquemos, airear y dejar que decante es la forma de dar. El que teme al futuro es porque el miedo actual lo domina y no deja que se estanque otra forma de sentir y aprenderse a brindar.


"Todos te dicen qué hacer y qué es bueno para ti.
No quieren que encuentres tus propias respuestas.
Quieren que encuentres las suyas.
La gente le teme a lo que está en el interior.
Y es el único lugar donde encontrarán lo que necesitan"

martes, 16 de marzo de 2010

El que busca


Encontrarse, dar rienda suelta a la chachara pasajera, es liberar la superstición y creencia de que nada progresa más allá de las narices de los que circundan ese espacio de cerradez que es el micromundo que habitamos.
¿A cuánta gente nueva se animan a conocer a lo largo de la semana? ¿No es enriquecedor cuando damos con personas que nos alimentan de existencia dispar y distinta a la que solemos frecuentar?

En el mundo de los blogs, que al decir Blogger parece digno de una secta selecta y que de seguro no lo es, encontré gente capaz de resonar y vibrar en sintonía con uno, de aceptar y saber digerir las devoluciones que uno le da, y de entablar relación y vínculo más allá de la distancia, que la hay, entre el medio de comunicación que nos brinda esta época, la PC o notebook, y la del otro ser que habita este mismo lugar, la ciudad de Buenos Aires.

Es por esa sensación esporádica y cada vez menos pasajera que incito nuevamente a que nos encontremos en cuerpo y alma en un espacio físico en común, para intercambiar y conocernos, para saber quién es el que está del otro lado, el que nos devuelve y tira la mejor aún sin saber quién somos. ¿No es maravilloso saber que hay gente que se toma el tiempo en leernos y devolvernos lo que le surge? ¿No es más digno de exploración dar con su cara y comprender un poco más su mundo que lo posee y da rienda suelta a sus comentarios y escritos en su propio espacio virtual con título de propiedad e identificación que da cabida a sus invenciones y pensamientos?

Una nueva invitación a darnos una tregua entre tanto acelere desmedido y dar paso a lo que pueda surgir del intercambio. Nada apresurado, apenas unas cervezas y picada, un picado del habla, una conjetura de opciones y renovada voluntad de solidificar lo que se da a entender en el medio escrito y se puede afianzar en el real.

Están todos invitados, sí, todos los que lean esto, y lo que se reproduzca en otros blogs, a hacerse presente en plaza Serrano el viernes a las 9, y ver qué pinta. Porque la vida es eso a la larga, más allá de toda creencia de importancia o supuesta relevancia que nos queramos adjudicar. Encuentro, verse a los ojos y consumar situaciones sin espejismos de incredulidad y con espejos de consolidación.

Nos vemos el viernes que viene, si así lo desean.

Besos y abrazos, según corresponda.


viernes, 12 de marzo de 2010

Escribir, expresar, entrenar

Con motivo del comienzo, este martes, del Taller de proyectos de ESCRITURA del filósofo Alejandro Rozitchner, en el cual trabajo en su difusión, comunicación e inscripción (interesados: cursos@bienvenidosami.com.ar, 4381 8616) me puse a extraer textos en los que hablo de lo que escribir significa para mi. Así salió:

Escribir es sacar, darle al papel lo que está dentro dando vueltas y lo dejamos salir por esta vía, luego reproducible, hoy día hasta en forma multimedia.
Porque somos eso, multidimensionalidad hilvanada en sucesorias interpretaciones que no hacen más que divertir el intelecto, mas luego pasa lo que tiene que suceder, que nos pasa por encima con toda conjetura y nos adentra en el mundo de la comunión de hechos entretejidos sin premeditación y con la alevosía de lo sorpresivo del devenir.


Una cosa es lo que se te viene en mente hacer. Otra lo que efectivamente hacés.
La bajada al papel es una forma de que quede asentado, de haber dejado constancia de lo que en ese entonces pensábamos. Porque en cuanto vemos algo más llamativo acudimos en su indagación. Somos como mariposas danzantes en búsqueda del polen que nos alimente.

Todo se puede rearmar y ver desde un nuevo plano. Es confiar en que aún no habiendo red, no hay nada que pueda atentar contra la idea misma, concebida bajo cierto parámetro de conocimiento y circunstancia.

Escribir genera un acelere motivador.
Forzarse a hacerlo es una búsqueda intencional, que hace decantar el intento de afirmación.

La mirada mía se posa en alguien y ya noto la vibración secuencial de quien mira para ser inspeccionado.
Hay que creerse lo que uno es y genera. No es moco de pavo. Somos seres potentes de luz y no todos están preparados para recibirlo.


Cae, decanta, la escritura.
El papel se siente suave, casi aterciopelado, dispuesto a ser escrito. Es un regalo a la intuición. Mi cerebro es flotante. Puedo ir por acá o por allá. Mera ilusión aleatoria, y lo que le dé prioridad es lo que quedará impregnado de la sabiduría cósmica que me transmite lo que decir. Porque no lo dice uno. Es algo que baja.

Todo está impregnado de esa sabiduría eterna. La que deja que siga el baile y me entienda con mi propio ser. Lo que todos buscan al fin de cuentas. Relajarse y flotar en la incerteza de saberse completo con lo que hay.

_________________________

+info sobre el Taller de PROYECTOS de ESCRITURA: click aquí
Los martes a las 20 hs. en El Taller (Serrano 1595, y Honduras)


+info sobre el profesor: Alejandro Rozitchner
www.100volando.net / www.bienvenidosami.com.ar
Sus libros publicados: "La venganza del oyente", "Hijos sin dios. Cómo criar chicos ateos", con Ximena Ianantuoni, "Pensar para hacer. Cómo transformar la filosofía en una experiencia real", "Amor y País. Manual de discusiones", "Ideas Falsas. Moral para gente que quiere vivir", "Bienvenidos a mi", "Escuchá qué tema", "Argentina impotencia: de la producción de crisis a la producción de país", "Tirados en el pasto (Conversaciones Andrés Calamaro/Alejandro Rozitchner)", "Pernicioso vegetal", "El despertar del joven que se perdió la revolución", "Cómo educar a los padres", "Saquen una hoja" (estos dos últimos escritos en coautoría con Mario Pergolini), "Conciencia Rockera" y "Filosofía para chicos". Hace click aquí para saber más de ellos.

martes, 9 de marzo de 2010

La mujer que yo quiero

Ayer fue el día de la mujer y no paré de escuchar mujeres que se quieren ver reconocidas, elogiadas por todo lo que sienten no reciben otros días, feministas empedernidas, irresueltas e inferiores con ánimo de más de lo que pueden lograr, representadas en cantidad. Eso siento que es reclamar por los derechos que ya se tienen, una doble trampa, una bandera que toma el que no puede alcanzar todo aquello que se le ofrece.

La vida del hombre, la vida de la mujer. Mundos ajenos, que nadie sabrá cómo vive el otro jamás. Cuerpos realizados naturalmente opuestos, unibles en su intento por convivir y reproducir más especie. Pero, ¿qué sabemos de la naturaleza de vida del sexo distinto al nuestro?

Atravezar la vida en compañía es placentero. Hay algo que nos une al otro, sin saber si llegaremos al puerto deseado. El temor aflora en la creencia de que se nos va la vida en conquistar y ser seducido, en mantener junto a nosotros a esa otra mitad de persona que nos complementa y hace únicos. ¿Existe tal cosa? ¿O es preferible pensar a la mujer, o al hombre en el caso de las mujeres, como una grata compañía sin mayores pretensiones?

Los hombres somos más básicos, dicen algunos. No sabemos ni nos sale recargar de vueltas los hechos. Son lineales, tal como acontecen. Las mujeres se dedican a interpretar y dilucidar más de lo que se lee en primera línea.

Hombre fuerte hay aquí, psiquicamente. Serio, para el afuera. Niño, en sus adentros. Que no se echa atrás por cualquier minucia, a no ser que constate que así es necesario. Con mucho por aprender y otro tanto por enseñar, porque a fuerza de pruebas y errores se animó a hacerle frente a lo que se presentara en la vida. Un cañón de consolidación proyectual que tras vivir y experimentar se anima a ir por más en la certeza de estar haciendo lo que debe y quiere.

Asimilar lo recorrido y no dejar de pretender lo venidero son mis lemas actuales.
En la búsqueda de la mujer compañera de emociones. Con características irrebatibles como ser aventurera, copilota de rutas y caminos a atravesar, sostenedora de situaciones, en las buenas y en las malas, amante de la imprecisión del presente mismo, buscadora incansable de modos de estar mejor. El resto, se consigue juntos, en compañía, compartiendo sentires momentáneos.

Pero hay una condición que no se negocia. Que su modo de ser y estar se identifique con lo que doy en llamar buena gente.
Aquellos que no hacen las cosas con una doble intensión, ni pretenden cobrarse sus actos de buena fe en la primera de cambio.


Buena gente es quien no especula en su brindarse, y si tiene o quiere acudir a uno no duda un segundo en hacerlo, aún en la distancia circunstancial, se siente y ejerce la contención en cualquiera de sus formas para que el otro repose y vea más florida la vida tras el diálogo y la comunicación permanente de ser necesario.

No hay especulación posible. Se ve a las claras si una persona cumple esas características, no se puede ocultar, porque es un sentir. La familia tiene mucho que ver en esto. Y es lo que formaré el día que encuentre la que se amolde a mi particular -y reconozco, intrincada- forma de ser.

No hay apuro, todo llega. Mientras, me dedico a contemplar y seguir divisando paisaje, que siempre seguirá corriendo agua bajo el puente, y más satisfecho que saturado haré y seguiré tejiendo mi trayecto. Igual que la mujer que yo quiero, como dos canales de energía que se acoplan cuando aporta y se respetan la individualidad cuando cunde la necesidad.

sábado, 6 de marzo de 2010

Concesión de parte

Uno con su familia, de sangre y buscada, es y debe ser concesivo. Se aprende a ser y estar con los padres, o viceversa, con los hijos. No todo lo que uno cree la familia lo entiende. Es más bien dejar ser, actuar, transmitir confianza y certidumbre, que puedan reposar en nosotros y el resto cada cual actúa como es, o cree ser. No es preciso. La vida es indefinida, y ser familia, o amigo, es aprender a estar, acompañar en esas instancias en que no sabemos hacia dónde disparar. Son un colchón de contención ante las espinas que nos encontramos en el avance mismo de la vida.
“Podés creer que la última vez no fue pensando sino que el instinto lo guió”.
Un mensaje que me escribí y guardé en el borrador del celular, quién sabe para quién y por qué.
Tengo mucho de eso. De escribir o pensar por pensar, en abstracto, y luego ver qué depara.
Si luego lo que pasa nadie lo sabe. Disfrutar de lo que se hace es lo esencial para no sentir discordia ni contradicción. De ahí el resto deviene.

Hay que estar presente en las vidas de las personas que uno quiere, con las que se encariña. Son nuestro motor, el leit motiv del cual nos tomamos para impulsar el sentir. Nosotros, uno, es y debe valorarse como el creador y las personas se acercan a uno por lo que sienten podemos darle. Amor sobre todo.

Se encapota el cielo, parece ser que viene la lluvia. Y yo marcho en breve.
Pienso sobre lo que escribo. Pienso en las personas que van y vienen. Pienso que estoy de vuelta.
¿De vuelta de qué? ¿De dónde? Digo, que atravesé lo que era necesario para pensar y formular cosas copadas y pensamientos florecientes para el propio vivir. Esté donde esté.
Esa valoración producto de la vivencia personal es inagotable y hace proyectar un sinfín de posibilidades.
Inagotables, innatas, proyectivas, que nos hacen despegar y buscar ser más, más allá de la situación que vivamos.

Es una vuelta, hay otras. Vuelta y vuelta, o un mero entretenimiento entre los pesares y sentires a recorrer para que la dicha florezca en la propia dinámica de vivir.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...