domingo, 26 de diciembre de 2010

La abundancia sea contigo

Se acerca o estamos inmersos en momentos de festejos, de brindis y balances, de manifestar estima por quienes nos acompañaron y en quienes creemos y apostamos a seguir proyectando juntos el año que viene.
Pienso en cuál es el augurio, el pedido proyectado al éter, más venturoso para quienes me rodean y uno mismo, para compartir y reproducir. Y se me viene el deseo de abundancia.

Les deseo abundancia, la sensación que acompaña al nadar en la creencia de que todo lo que abunda se regenera. Darse cuenta que cuanto más fomentamos esa búsqueda, ese valor, ese “no se qué” que origina la abundancia, nada puede salir fuera de lo que promovemos y recreamos.


Comprobado en hechos: ante la duda, incentiva que siempre haya más, que no se frene el flujo de estimulación energética, hacia la situación, persona o cosa que quieras.
Más oportunidades, más opciones, más inquietudes que te hagan descubrir por dónde va tu deseo.

Lo que abunda no daña, ni traiciona. En la abundancia, los temores le dejan paso a la incalculable capacidad de estimular la circulación de lo que no tiene restricción y se ofrece sin parangón.
Estimular la abundancia es habilitar un espacio de regocijo con lo que no requiere mutilación o regulación, es abrir las compuertas del sinfín de eventos que se suceden con sólo manifestar la intención al cosmos de querer que dicha materia o ser –también materia, al fin de cuentas, sólo que con sentimientos- abunde en nuestras vidas, y dale que va.

En la abundancia salen las mejores características de cada persona, porque no tiene que preocuparse por escatimar, y aquel que repare en la treta u otro chanchuyo será porque verdaderamente es lo mejor que tiene para dar.
Está bien, estamos en períodos donde los recursos naturales, dicen, empiezan a escasear, pero ¿habrá habido época donde no ocurriera eso? La Naturaleza es sabia, provee, suministra, se brinda de acuerdo a los ciclos energéticos de la materia que la habita.
¿Se habrán preocupado los dinosaurios porque se venía la glaciación?

Aún ante la escasez de recursos, asumir el planteo, la posición del que atrae la abundancia es pararse en el lugar indicado creo. O nos metemos en la rueda mental de pensar en lo que falta, o nos focalizamos en pensarlo por la positiva y andar en la búsqueda de la superación.
Somos seres evolutivos, y en esta nueva Era la racionalidad le da paso a la espiritualidad, al codearse con los campos sutiles de aproximación a las vibraciones planetarias.


Porque es un error humano creer que la Naturaleza actúa de acuerdo a lo que estos puntitos llamados gente, en su conjunto, le hacen, lo dañan, al sistema universal. Somos parte de él, y no los causantes de algo. La Naturaleza determina la continuidad del ciclo inagotable, y todo acto por más civilizado que pueda considerarse es un acto natural, propio de seres pensantes, y por ende cada vez más grandes y progresivamente imponentes, que hilvana y construye el ser humano.

Sólo con conciencia se puede hacer que esto llamado vida dure más o no se caiga de repente para todos. No hay tremendismos posibles nadando en la abundancia. Somos proveídos de lo que andemos buscando o necesitando. Llega, aparece, lo emanamos por los poros y quien nos lo pueda brindar lo olfatea y se nos acerca a dárnoslo.
¿No les pasó nunca la situación mágica de estar queriendo o pensando algo y que se haga materia de la forma más extraña y sorprendente posible?

Cuestión que en la abundancia no hay faltante, no hay escasez, no hay peligro ni mezquindad necesaria. Los pobres se enriquecen, los ricos ofrecen. Y con pobres y ricos no me refiero sólo a la situación económica sino a un estado emocional y sentimental de la persona. Estas rico o estás pobre, estás abundante o escaso de fuerzas, y desde ahí accionás en tu realidad. La energía debería ser la unidad de medida universal, no el oro ni la plata, quizás sí el agua (consumible), pero el nivel energético de los cuerpos es lo que determina el resultado de las acciones emprendidas para posibilitar que haya más.

Perseguir el objetivo de la abundancia es estar conectado, alineado con los deseos y motivaciones personales. Es por esto que me parece el mejor pedido -¿a quién?- o despertar de augurio que se puede decir a alguien para este año que está próximo a comenzar. ¡Que la abundancia sea contigo! Que puedas dejar esas restricciones autoimpuestas de lado y que no haya traba limitante que te impida ir por lo que te hace bien. Lo que saca tu ser de luz de las profundidades y levanta construcciones monumentales. Después, cada cual sabrá elegir su castillito proyectual de acuerdo a los gustos, pero ese es otro tema.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Consumismo consumista

En este período de inpace, donde todo parece suspenderse en el tiempo, y la gente busca en qué hacer circular su deseo de apropiación y de tener lo que no tienen, de conseguir algo que no se va a regalar, pero que van a oler y escabiar, comer y fornicar sin clemencia, a no ser que la inocencia haga escarcha, sino hay garche, y un parche saca otro comino, fornido, conmino, consumismo, con sumiso.

El vino, los dulces, la carga calórica como castigo por pertenecer al hemisferio donde no hace frío, sino mucho calor, humedad, densidad térmica, mientras uno tiene que vestirse de papá Noel, con barba y panza, otros se mandan atracones de comidas que espantan, pero el que no embucha, a la ducha, si no es mucha, no escucha, si la creencia le gana a la inercia de sentirse satisfecho, y no que aprovecho y me mando un.

Al final, la tercera opción, la que viene a poner un manto, un dejo de paz entre los polos, es la que conforma y altera la posibilidad de usurpación. Es la que va a salir validada por la valedera condición.
Tiempos electos, tiempos selectos, el consumismo no es más que un botón, un extracto del rebaño, que a nadie amortigua de tener que vérselas con su voz.
La Tierra llama e invita a ser sin reparos, que mientras haya agua y comida, algo nuevo surgirá hacer.
Un placer, volver a nacer, por ser, y el que consume, que sume, su, me.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Quién seda más se da

Habrán las compuertas que quiero pasar.
Si no te crees superhombre, hay momentos de sensación de fortaleza y otras de una debilidad inconcebible, hay que aprender a tratar con ambas, encontrar los tintes intermedios, y dejar que pase el tembladeral.

“Algo extraño pasa aquí, en la selva de concreto”, CafeTacuba.


"Cuánto más hay que pagar /con energía vital, /la expulsión del paraíso, /y al despertar del hechizo /la crueldad nos da ojos clarividentes /atravesando infiernos /está la claridad. Pero es de humano negar /si algo tiene que cambiar /todos cerramos los ojos".
Iridiscencia, de Cordera.

La vida es cíclica, avanzamos en forma de espiral ascendente, volvemos a pasar por lo mismo bajo otros parámetros de condiciones, fortalezas y debilidades, y notamos así más patente que el cambio debe producirse desde el pleno convencimiento de ser así como quisiéramos.

Estar alineado es que lo que pasa en el cosmos sintamos q está en sintonía con lo que nos ocurre diariamente.
¿Habilitás posibilidad de crecimiento? ¿Dejás pasar al que quiere hacerte cimiento?
Si miento, que sea cuento, si piensa que es la vía, que sume y se condiga, que finalmente será de la partida sin medir más cartas que lo que se convida.

Convidá, qué sabés quién da más.

viernes, 17 de diciembre de 2010

En caravana llegamo’ igual

Una caravana de amor, de alegría, de crítica social de ser necesaria, desde la perspectiva más sana, la de lograr una evolución, un logro por el cual brindar.
El pelado Cordera fue uno de los primeros cantautores que conquistó mi oído en épocas de ebullición adolescente, con deseos de llevarme el mundo puesto.
Bersuit, la primera banda que seguí, que sus recitales me dejaban exhausto por adentrarme en el pogo a sacar toda esa euforia y locura primeriza.

Esta vez fue una situación distinta. Más asentado, con un dejo de melancolía, vale aceptar, me inmiscuí en escuchar el nuevo repertorio de Cordera –para mi tendría que ponerle nombre de banda a este nuevo proyecto- que con una parsimonia del que está de vuelta arengó al público que fue a bailar sus pegadizas canciones, con letras llenas de amorosidad y ganas de vivir.



Aquel que vivió las mayores profundidades y oscuridades indefectiblemente tiene la potencialidad de llevar eso mismo a los caminos del vuelo alto y la iluminación. Lo que es abajo, es arriba. Y Gustavo Cordera lo dejó claro. Con mensajes simples, reclamos fidedignos, mente abierta para escuchar a su gente, esa banda que como él dijo está arrancando, los caravaneros mágicos, dieron cátedra en el escenario de Niceto anoche.


Y de eso se trata, al fin de cuentas, de formar una caravana de personas dispuestas a amar sin reparo, de entregarse sin especular con sus mentes q a veces les juegan una mala pasada, más bien abriendo el corazón, animándose a volar.
Mucha identificación, lo sé, porque es alguien a quien seguí desde mis comienzos, cuando el pichón quería salir del cascarón, y sus letras siempre me llegaron hondo.

En este caso, sumando una nueva visión, más integradora, totalizadora de lo que puede producirse cuando el amor es lo que circunda las almas, cuando no hay reparos en brindarse inacabadamente.
Decido seguir a esta caravana. Porque uno toma lo que le transmite sensación de humildad y aceptación, y el pelado nuevamente lo consiguió. De un asumido bersuitero que ahora se sentía grande para saltar en el pogo alocado, pero que pudo disfrutarlo desde la parsimonia de la tranquilidad del ser, y en la mejor compañía.

Gracias por la noche mágica, tu caravana sigue creciendo, porque te reformulaste y pariste tu esencia.

Click aquí para escuchartodas sus nuevas canciones, del disco "Cordera suelto": http://www.youtube.com/corderasuelto


jueves, 16 de diciembre de 2010

Sí, pero… o la insatisfacción como estilo

Como que distingo que en el ambiente intelectual pareciera ser que no tener nada para agregar es una deficiencia.
Sí, me gusta, pero… ¿Siempre hay un pero? El pero facilita la posibilidad de agregar algo, aunque no debería ser el recurso más a mano, porque sino se veda el paso a que una situación nos satisfaga y ya. Sea una escena propia o del otro, está bueno conformarse con lo que hubo sin tener que acotar algo obligatoriamente para mostrar inteligencia.

Darle muestra de agrado completo a alguien también llena de satisfacción, no siempre el otro está esperando la observación aguda, el punto negro en el paño del relato.Es importante reparar en que el “sí, pero” es el lado crítico, hincha pelotas que los intelectos sacan a relucir para creerse que aportan, cuando muchas veces, dar muestra de gusto sin peros es lo que muchos esperan o necesitan para darse el impulso requerido para seguir adelante en el camino elegido.


Sin peros es una muestra de confianza, de apoyo, de creencia en lo que pasa y no lo que podría o debería haber pasado.
Las mentes inquietas por momentos juegan malas pasadas, y querer dar muestra de escucha o atención a lo que ocurre no es cuestionarlo, sino brindarse para la ocasión.
Y si todo lo ocurrido nos parece bien –que desafío aceptar eso, ¿no?- el pero nos lo podemos meter en el bolsillo.
¿Qué les parece? ¿Coinciden? Sí, pero…

lunes, 13 de diciembre de 2010

III – Otros y espacio sagrado, en la Era de Acuario

Tenés que ser espejo, tenés que reflejar la oportunidad del otro de conocer algo más de sí. Si no hay interés que valga, es falso, impostado, con tal de quedar bien y darle curso al evento. Elijo esperar, en paz, tranquilo, y ver qué viene a darnos la chance de enseñar y aprender, de descubrir algo que nos llame la atención e invite a ser espejos de contemplación cósmica, posible, plasmable, utilizable. Y lo útil no pensado desde el oportunismo, sino desde la vía que nos acerca a lo que estamos NE-CE-SI-TAN-DO, meditando, tantrizando.

Puesta a prueba, el camino de darse con el otro, al otro, ante la sagrada vida que nos deja ver una opción alternativa, que fomente a seguir sacando.
Si alguien no está para transmitirnos en esa circunstancia, que pase de largo. Escuchar a otros hablar hace que indefectiblemente nos pensemos en el aspecto que remarca, por eso es tan trascendente rodearse de seres que hablen en nuestra sintonía. Porque sino nos salimos del foco, hacen que se dispersen nuestras energías. Al hablar con alguien que compartimos tema, es una escalera ascendente, a la trascendencia, al descubrir juntos más y más cosas que se abren como un arco iris tras la lluvia.

Ya pasó. Hay una resolana que permite ver un futuro mejor.
¿No pidieron neutralidad? Acá me la doy, servida en bandeja, como la comida misma. ¡Qué productivo es escribir mientras como! Me logro meter en un mundo de papel y birome. Es como la meditación, al rato entrás en la instancia que te da paso a vislumbrar más. Al comienzo es un calentamiento.
Una oportunidad desperdiciada si damos lugar a la distracción con otra cosa. Si seguimos, perseveramos y damos con el hilo conductor que nos lleva de paseo, ahí estamos contando lo que verdaderamente el inconsciente quería expresar, sacar, dar a luz. Porque toda producción es luz, sólo que por escrito siento que queda asentada, sino el viento se lleva las palabras y no sabremos lo que pensamos en aquel momento de iluminación.
Porque son momentos, no se puede estar siempre en estado elevado.

Así como voy descubriendo que todo acto puede ser contemplado como acto meditativo. Manejar el auto, jugar, ver fútbol, interesarse por algo. No dejando de ponerse en juego. Posibilitando que el ser meditativo aflore y se destaque de la situación estanca de ser uno más entre todos.

El tiempo no apremia. Es tal como se nos presenta. Cómo saber si pasó una hora o diez minutos. Según lo que hayamos hecho y vislumbrado. La Era de Acuario está con nosotros. Nosotros con ella. Darle curso y paso a su voluntad de acción es la única forma que conozco de sacar una sonrisa a relucir mientras disfrutamos del trayecto. Vuelta a la carpa mancomunada.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Pobreza e imposición, un coctel explosivo

Ante los hechos públicos de lo ocurrido en el intento de desalojo de Villa Soldati, se me ocurrió trazar un paralelismo con lo que pasó hace unas semanas en Formosa con la comunidad Toba. Sólo que ahora impacta más porque es acá nomás para la mayoría, está a la vuelta de la esquina, por más que pocos porteños deben conocer la zona Sur o la realidad de la gente que vive con escasos recursos.

Ambas situaciones son un intento de imponer la fuerza, la violencia, por sobre el diálogo y la búsqueda de soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas.
Y de allí las consecuencias, porque el que siembra ira obtiene tempestades.

En primera instancia, para lograr dilucidar algo de todo este caldo de cultivo, hay que dejar de lado las afirmaciones confusas de quienes creen que es un problema de nacionalidades. Las fronteras son un invento de los deseosos de sangre y poder.
No pasa por ahí el inconveniente, y para que no se reproduzca, hay que dejar de lado, no responderle, hacerle el vacío, al que menciona a algún país limítrofe como causante de los males. Es un intento de simplificar aquello que tiene otros ribetes y que se está haciendo cada vez más tangible en el planeta todo.


El tema es la inclusión social que piden a grito los pobres, los que no tienen nada y son capaces de dejar todo por un poco de dignidad. Hay que aprender a escucharlos, no pensar que con borrarlos del mapa se resuelve algo.
Tampoco caer en el idealismo, porque pobreza hay y habrá siempre, sólo que desde las altas esferas gubernamentales hay que empezar a activar una política de reinserción, de contención, de integración, más que de palo y a la bolsa, que ya queda demostrado que es inconducente y dañino, y que encima no resuelve el problema.


Si cada cual sigue cuidando sólo su quintita, vamos por mal camino.
Entiendo que los que tienen poco, los vecinos de los alrededores del Parque Indoamericano -que increíble lo preciso del nombre ante los hechos que se sucedieron, ¿no?- pretendan cuidar con uñas y dientes lo que consiguieron y los mantiene, y desde ahí se produce un enfrentamiento entre pobres y no tan pobres, que suena ridículo.
Si las personas se interesaran más por dialogar antes que juzgar de forma facilonga, creo que habría poquísimos problemas que no se puedan resolver. Salvo la muerte, todo lo demás es relativo y solucionable.


Y los que tienen poder, se enredan en sus propias aspiraciones, que no los afecte en la imagen pública, o que los haga sumar puntos ante el electorado. La gente no es electorado, son personas con ganas de vivir cada día un poco mejor.
Operación de acá, operación de allá, puro oportunismo y maniqueísmo político. Nada que ver con lo que quiere la población.


Entonces ese vacío entre las capas altas y bajas de la sociedad hace que eclosione todo en una incomprensión fogoneada por los medios que en lugar de buscar informar, persiguen la zanahoria del sensacionalismo y las muertes, la sangre y la posición extrema, de cualquiera de los lados que componen una guerra. Guerra en el sentido de enfrentamiento entre dos bandos. Cuando esto no se trata de grupos opuestos, sino de personas que tienen necesidad de armonizar y sentirse un poco más consolidados en sus logros.


Para rescatar algo, todo esto ayuda a leer claramente en que etapa de evolución esta la sociedad argentina. La mayoría de los argentinos opina a boca de jarro, todavía somos un pueblo vulnerable porque compramos cualquier buzón. El que nos sirva para quedarnos tranquilos de que tenemos razón, cuando la razón va perdiendo fuerza y dando paso a la pluralidad de sentidos puestos al descubierto para ver qué resuena de tanto desbarajuste mal analizado.

Es imposible concluir algo ante los hechos como fueron presentados. Es todavía la pelea universal por el huevo o la gallina, quién empezó, qué generó esto, pero el punto es saber rescatar aspectos centrales de aprendizaje.
No se puede seguir reprimiendo para generar cambio, es inconducente.
No se puede gobernar teniendo otro gobierno que se opone a todo lo que se haga, tienen que aflojar con sus aires de personalismo y paternalismo barato y confluir en un espacio de diálogo.

La falta del mismo -del diálogo-, ya sea en los que manejan la cosa, como en las clases medias y bajas que quieren que no les toquen su kiosquito, fue el causante de todo este caos.
Y hay que empezar a construir políticas sociales que incluyan a los que se están cayendo del plato, porque sino después se vuelve en contra, incluso para los que eligen no ver a los pobres que piden clemencia y son los que más fácilmente sacarán sus uñas a relucir para obtener o no renunciar a la dignidad que todo ser humano necesita.
Fue una chispa lanzada a una cámara de gas. Inevitable explosión. Inacción política por un lado, inoperancia y exceso de involucramiento por el otro, y aquí estamos, todos hablando de un mismo tema que es imposible que no nos perturbe. Demasiada ira y bronca guardada para que no salga a la luz.

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