viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Qué hacés para que pase?

¿Qué hacés para que pase? ¿Desde dónde te posiciones para dar paso a los hechos?
¿Qué tomás de la sobreinformación que recibís? ¿Cómo te comportás cuando te movés en masa? ¿Y solo? ¿Se activan las defensas? ¿En qué situación más? ¿Solo o acompañado?
El reflejo de la contradicción misma del habla es que enuncia antes de actuar en consecuencia. Y principalmente nos comunicamos por ahí, contando, sacando y luego dramatizando.
“No es para dramatizar”, dicen muchos. ¿Y si lo ponés en carne? ¿Cómo te puedo invitar a hacer cuerpo tu pesar? ¿Hay miedos que te lo impiden? ¿Lo distinguís o lo obviás? Otra no hay. Y tarde o temprano se te hace presente. Sumando voces y ampliando el criterio, dando paso a la manifestación del grupo, se puede soltar, distinguir los hechos a consumar mcomo más palpables, tangibles, cercanos, y permitirse así el indefectible nexo entre lo dicho y lo hecho. El psicodrama aporta a acortar el trecho.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sentencia condicional

De chico recuerdo haber aprendido hasta el cansancio las “conditional sentences” en inglés, que según su construcción semántica determinaban qué pasaba si… La estructura era –y es- si tal cosa, entonces tal otra.
Por situaciones de vida que me toca vivir siento que ese modo condicional de pensar limita y define acotadamente el proceder venidero.
¿Por qué habría de actuar uno desde esa sentencia preimpuesta de que si se hiciera o hicieses esto, debería pasar esto otro? ¿No es muy mesquino pretender saber de antemano –o presuponer- lo que ocurrirá producto de la osadía de tomar una decisión?

Y luego, el condicionamiento social es el que opera desde los recónditos intersticios subliminales para transmitir la carga mayor. Como que algo decidido entre el amor posible de seres comunicados entre sí se hace cuestionamiento o duda al ser trasladado a la esfera de lo social, a los vínculos afectivos que circundan el área de contención consolidada por cada cual.
En serio, háganse el planteo de revisar qué opinión reciben al contar una decisión trascendente tomada en sus vidas a los amigos, familiares, y otros seres con quien les toca compartir sus días, muchas veces más por obligación que por empatía, y extraigan sus propias conclusiones (y cuéntenlas!).

El condicionamiento social aún es grande y tratar ser un nuevo hombre –en la concepción de Osho desde el ser que vive el presente y no acepta condicionantes para su proceder- es de una dificultad grande cuando se da paso a los miedos y dudas que habitan a muchos.
Hay que ser receptivos de opinión pero lograr cierta impermeabilidad a las críticas, comprendiendo que todos hablan desde sí, de la experiencia vivida, y que nos encontraremos con mucha gente, en su mayoría mayor que uno, con frustraciones a cuestas que nos intentará imponer la mochila que a ellos les pesó. El collar de melones que se lo quieren depositar en el cuello a cuanto ser se encuentren cerca.

“Noo… pero fijate que si hacés eso va a pasar esto otro”. ¿Si? ¿Quién te dijo? Sólo tu experiencia habla por sí sola. Y no se debería aconsejar desde otro lugar que no sea poniéndose en los zapatos del otro, en lo posible, ya que pedir que sea sin juicio para muchos parece ser una tarea titánica.

Las sentencias suelen condicionar, y elijo vivir fervientemente el presente para seguir enamorado del momento. No muchos lo entienden. Y voy comprendiendo hasta dónde saber escuchar sin por eso afectar las decisiones puras, las que salen mejor escuchando al corazón, el único motor conductor de la obra personal, la vida.
Al fin de cuentas, la vida es obra, y el que no se anime se regodeará en sus limitaciones. Por acá decidimos expandirlas, no acotar y apostar al amor.
Y por casa, ¿cómo andamos?

sábado, 24 de septiembre de 2011

Logro y existo

Hay que suspender las partes para que actúe el todo.


La iridiscencia es un fenómeno óptico caracterizado como la propiedad de ciertas superficies en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo desde el que se observa la superficie, como en las manchas de aceite, las burbujas de jabón, las alas de una mariposa y el lado reproducible del disco láser.

Los parámetros, los conceptos se despejan al ser parte de un hecho que te devuelve la oportunidad de vivir nuevamente aquello que creías estaba perdido.
¿En dónde está la pérdida si no en la creencia sujeta a algo que te hace ver irrealizable aquello que sin dudas no lo es? O que es. Es conquista, logro, realización, posibilidad de vislumbrar nuevas cosas.

Todo es. El mundo es como vino dado, y lo único que lo cambia es el hacer. Lo demás se queda en siluetas difusas que impiden ver que el momento es presente, es circunstancia entregada a la acción. Es obra consumada. No hay otra semejanza mayor a la creación que aquello que nos animemos a sacar y plasmar en dicha.

Nadie nos apura ni corre. El tiempo pasa según lo que estemos encarando, y no hay otra instancia de logro más tangible que la que queda asentada para ser vista por un nuevo individuo de este mar cósmico que son las personas.
La conciencia de unidad está poco afirmada, pero cuando se comprende que el otro y uno somos lo mismo, algo se facilita y libera.

No hay diferencia entre lo que crees del afuera y lo que experimentás en tu adentro. Es un holograma que se adapta a la necesidad de lo que andes buscando proyectar, para así –y sólo así- devolvernos la figura que se nos tiene que hacer presente al momento mismo de hilvanar esa idea.

Idea, pensamiento suelto que hace chispa y afirma su deseo de ser llevado en formato proyecto al campo de la realidad.
Si muere en teoría impráctica se sulfata, se marchita, y nunca va a haber conocido el paraíso, el terreno de los actuantes, el plan llevado a cabo para dar con la autorrealización.

Sólo en el logro se puede ser feliz, entendiendo la felicidad como un estado duradero y no como un shock de alegría que se desvanece a la vuelta de la esquina.
El amor es la esencia de todas las cosas. Se brinda más o menos según el grado de apertura a dar y recibir amor, cariño, afecto.
El miedo no es el opuesto al amor -y mucho menos el odio- sino la ausencia de amor, porque toda energía se eleva y existe desde la concepción amorosa que se pueda tener con lo que se esté cultivando.

Amo, y desde ahí actúo. Hago. Produzco. Poder amar lo que se hace sigue siendo la causa de trascendencia universal. Porque no hay dicotomías. Es la forma de estructurar el pensamiento tan sólo para que se entienda lo que nos pasa, sin que eso signifique que nos movemos en esos polos de opuestos, sino que la creencia se gesta en esa contraposición.

Somos ilimitadamente luz. Si no se tapa el Sol con la mano. Si se da paso al Amor Divino que cada humano, animal, planta u objeto lleva en sí por chispazo propio e intrínseco de la materia al formarse.
Sólo creando podrán constatarlo. Quien venga a hablar desde otro lado le falta la experiencia de confirmación, el trecho más dichoso de toda experiencia de vida. Y después surgirán las consecuencias de lo obrado. La siembra deviene en cosecha y los frutos maduran solos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Vuelto a nacer

No hay una sola costumbre por mantener si vale el replanteo.

Intentaré relatar la vivencia del fin de semana sin exagerar, sino queriendo tomar registro de cada sensación, para no perderla de vista al entrar en la cotidianeidad nuevamente. Es un relato personal, una experiencia que me tocó atravesar al volver de Rosario, el viernes.
Volvíamos del TEDxRosario, Deborah, Martín y yo y el destino se interpuso en nuestro camino.
Un camión, que iba en la misma dirección que nosotros por la ruta 9 se despistó y chocamos de frente contra su acoplado.
Los airbags no se abrieron y gracias a un milagro hoy lunes puedo agradecer eternamente que los 3 sigamos contando el cuento desde nuestros cuerpos físicos actuales.
Debbie se llevó la peor parte. El impacto fue en el asiento del acompañante y se abolló todo su lado dejándola a ella metida entre los fierros del auto. Metales y vidrios por todos lados entrelazados.
Cuando me vi venir un impacto de esa índole verdaderamente creí que era el fin. Un telón se cerró y volvió a abrir dos segundos después. Seguía vivo. Miro atrás, Martín también. Miro al lado, Deborah con su cara sangrando. La escucho respirar.
Su cuerpo debajo de su cuello está intacto. Pero la imagen de su cara es algo que nunca voy a olvidar.
Martín la toma de la mano. Le pide que siga respirando. Se tira para atrás y se pone gotas en los ojos. Las esquirlas habían entrado en su ojo derecho nos enteraremos después.

Aparece en escena el camionero. Le grito que llame al 911. Martín lo había hecho antes también.
En ese momento la desolación se apoderó de la escena. Oscuridad, el pasto que separaba la ruta de ida de la de vuelta y noto que no puedo apoyar un pie.

Una situación así, a tres días de haberla vivido, puedo distinguir que te cambia los parámetros. Una nueva vida sale de las entrañas, se regala cada minuto como una oportunidad de ser vivido.

Dije sin exagerar, pero algo así se me presenta al ver el sol a la cara hoy a la mañana. La muerte tocó la puerta de muy cerca. Cara o seca de la realidad interpretada a mis favores.
Veníamos de TED, un encuentro con la creatividad, el entusiasmo, las ganas de ser y hacer más y el acoplado se nos interpuso frente a nuestras narices.

Mucho por procesar, que me encantaría sea junto a Martín y Deborah para reconstruir desde las subjetividades pasajeras que somos el hecho.
Ellos son con quienes estoy encarando el proyecto de Expandir Conciencia. Lo llamativo fue que en el accidente ninguno de los tres perdió siquiera la conciencia. El auto lo pude ver luego al ir a la comisaría en esa larga noche ya de sábado y quedó hecho añicos. Aún no entiendo cómo quedamos tres personas vivas allí adentro.
Lo único que pido es que Deborah se termine de curar sin secuelas para poder rearmar de a poco lo ocurrido. Ayer me dijeron que abrió los ojos y habló.

Cuestión que el fin de semana volví a nacer. Y lo siento terriblemente alineado con cada cosa que está pasando en mi entorno y mis seres cercanos. Con conciencia todos son mensajes para que podamos despertar cada vez más. Hacerse cargo sigue siendo la consigna, caiga lo que caiga, y relatarlo, comunicar, porque para eso estoy seguro que vine a este planeta.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Este miércoles, lanzamos teatro independiente en Bar Abierto, Palermo


Me quiero demostrar que en la ciudad se puede construir un grupo de gente colaborativa, que no espera siempre lo máximo que puede dar el otro sino uno mismo. Grupo por sobre individuo. Encuentro en los adultos un desengaño, natural casi, con la idea de que se puede sumar en conjunto. El aportar. Brindarse. Brindar.

Y para ello estuve este año convocando a distintas encuentros, de personas con personas, de intercambio, talleres de escrituracharlas de filosofía, creatividad, libertad interior, crianza, entusiasmo, existencialidad plena, universos invisibles y este miércoles inauguramos el espacio como ámbito cultural, lugar donde se pueden hacer obras de teatro, sonar bandas acústicas, y otras actividades que estaremos organizando con la gente de Bar Abierto.

El lugar queda frente a plaza Serrano -o Cortázar- en Jorge Luis Borges 1613. Y nos damos cita en el primer piso normalmente a las 20 horas. Esta vez el plan incluye música en vivo y una copa de vino de recepción. Luego, Gonzalo Urtizberea y Claudio Messina harán El mundo ha vivido equivocado, de Roberto Fontanarrosa. Y finalmente, permaneciendo en sus lugares podrán disfrutar de Argentina-Brasil en pantalla gigante. Fútbol, vale aclarar, en estos días polideportivos de basquet y rugby de selección. De Messina a Messi, en un sólo lado (cua). Todo por 60 pesos, y reservando sus mesas llamándome al 15 6207 7403 o por mail a info@poderama.com.ar

Los espero y quienes estén lejos, coméntenselo a quienes gustan estar cerca.

martes, 6 de septiembre de 2011

Sacando el personaje interno

Levantado. Ayer anduve vagando en mis adentros toda la noche. Me sumergí en pensamientos hondos, sin interactuar. ¿Me castigué? Ahora creo que me premié.
Hay que quererse lo suficiente como para no castrarse las intenciones de concreción. Me querré. ¿Me querré? Va cambiando según el momento, pero se afianza cierta simpatía por el amor propio. Después llega por decantación el otro, el que se anima a dar sin más deseo que brindarle algo de bienestar a quien queramos. Amor incondicional, así juego a entregarme. En su completitud. Defensas altas.
¿Tengo algo para decirme que no sea insulto? En la operancia sistémica está la virtud de pertenecer a los que simplifican los hechos para llegar a su placer personal.
Las otras son cruzadas desprotagonizadas por los inentendidos de siempre.
La vuelta al ruedo lleva su esfuerzo y dedicación. Lo que quiera, lo tengo.
Escribo para trascender. Ejercito para estabilizar.
No hay rollo con el presente, se acontece lo subsiguiente a la tranquilidad, y estoy afectado sólo por la sucesión de motores renovadores de entusiasmo.
Relajo la excitación. Más bien veo menos que lo que la experiencia me posibilita. Con ser conciente alcanza.


domingo, 4 de septiembre de 2011

5 sentidos se quedan cortos

La envidia del pene. No lo voy a venir a descubrir pero el inconsciente femenino guarda una pasión animal por esa carne de sobra que cuelga entre las piernas del hombre.
Ese sobrante que crece ante la excitación pasajera del animal que brota de las venas es tenido en cuenta como un totem generacional, fuente del producto que desemboca en la fertilidad que toda mujer, lo acepte o no, quiere absorber, producir, generar. El fruto de su cuerpo.

La semilla de ese incesante chispeo nace del interés de la hembra que cela en obtener la recompensa de sacar de ese, en principio, flácido espécimen, un grado mayor de importancia, dedicación y perseverancia para producir el ansiado esperma que dé en su punto para generar la creación.

Todo lo demás es impuesto e impostado. Hacerse el boludo suele ser una decisión. Si no vas decidido la institución te asusta y apabulla, porque no hay discernimiento entre tu cuerpo y la intención. Para no verse fagocitado por el organismo es preferente atraer las voluntades y captar intencionalidad.

Ahora cambió la escena. Es lo que te quieras imaginar que es. Vos lo construís. Es tu fantasía.
Veo a otro lado. Me disperso para escapar e irme más allá de las circunstancias, que ameritan y llevan a galopar. No.
Quiero ser más preciso. Basta de alegorías. De dar vueltas a la tangente. Es tan gente…

Me puse Miles Davis para tranquilizarme. Me gusta todo lo que veo. Soy un aventurero, por lo que a la vida no pueden faltarle cosas. Al contrario, le sobran. Para percibir, 5 sentidos se quedan cortos.
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