La inspiración es dejarse trascender.
Ser elegante no lo siento como un valor o carácter destacable alguno, la elegancia y el falso respeto son contrarios a la efusividad y las ganas de conocer y saber más de la situación que tenemos delante.
Uno casi elige si vivirlo con entusiasmo o ansiedad, una suerte de entusiasmo desviado, que se tiene muy en cuenta.
Y luego es cuestión de seguir la senda, el camino que nos vamos trazando a través de los actos que (a)cometemos a diario.
¿Difícil? Sí, nadie dijo que sería fácil.
No hay que confundir el obstáculo con el error. Uno se vence, el otro hace ver la situación más problemática de lo que es.