Animarse a amar es algo reservado para los que están abiertos en el momento preciso para transitar lo que tenga que ocurrir en ese devenir cargado de incertidumbres e intensidades. ¿Alguien puede afirmar o estar seguro de lo que seguirá ocurriendo en ese proceso de amar?
Es ahí donde se reproduce lo insignificante y trascendente del amar sin condiciones. El resto, quién lo sabe. ¿Alguien conoce de certezas en la entrega inagotable de amor y buenas vibraciones?
Se verá qué deviene, entre tanta apertura.
Nada sale mal en esta sintonía.