El caminante deviene en guerrero, guerrero del amor / es decir, gente valiente capaz de amar / gente que descubre sus limites y los amplía / el guerrero es la suma de amor, libertad, valor / vive el presente fervientemente / intensamente cada día.
Y otro dicho que se le escuchaba seguido era Non preocuparum, largum vivirum.
Y, siempre según él, las inscripciones de la Catedral, Salvum fac populum tuum y Benedic hereditati tuae junto a las llamas siempre encendidas, significaban Salvo Dios, el pueblo es un tonto y Bendito eres si heredas a tu tata, respectivamente.