viernes, 12 de marzo de 2010

Escribir, expresar, entrenar

Con motivo del comienzo, este martes, del Taller de proyectos de ESCRITURA del filósofo Alejandro Rozitchner, en el cual trabajo en su difusión, comunicación e inscripción (interesados: cursos@bienvenidosami.com.ar, 4381 8616) me puse a extraer textos en los que hablo de lo que escribir significa para mi. Así salió:

Escribir es sacar, darle al papel lo que está dentro dando vueltas y lo dejamos salir por esta vía, luego reproducible, hoy día hasta en forma multimedia.
Porque somos eso, multidimensionalidad hilvanada en sucesorias interpretaciones que no hacen más que divertir el intelecto, mas luego pasa lo que tiene que suceder, que nos pasa por encima con toda conjetura y nos adentra en el mundo de la comunión de hechos entretejidos sin premeditación y con la alevosía de lo sorpresivo del devenir.


Una cosa es lo que se te viene en mente hacer. Otra lo que efectivamente hacés.
La bajada al papel es una forma de que quede asentado, de haber dejado constancia de lo que en ese entonces pensábamos. Porque en cuanto vemos algo más llamativo acudimos en su indagación. Somos como mariposas danzantes en búsqueda del polen que nos alimente.

Todo se puede rearmar y ver desde un nuevo plano. Es confiar en que aún no habiendo red, no hay nada que pueda atentar contra la idea misma, concebida bajo cierto parámetro de conocimiento y circunstancia.

Escribir genera un acelere motivador.
Forzarse a hacerlo es una búsqueda intencional, que hace decantar el intento de afirmación.

La mirada mía se posa en alguien y ya noto la vibración secuencial de quien mira para ser inspeccionado.
Hay que creerse lo que uno es y genera. No es moco de pavo. Somos seres potentes de luz y no todos están preparados para recibirlo.


Cae, decanta, la escritura.
El papel se siente suave, casi aterciopelado, dispuesto a ser escrito. Es un regalo a la intuición. Mi cerebro es flotante. Puedo ir por acá o por allá. Mera ilusión aleatoria, y lo que le dé prioridad es lo que quedará impregnado de la sabiduría cósmica que me transmite lo que decir. Porque no lo dice uno. Es algo que baja.

Todo está impregnado de esa sabiduría eterna. La que deja que siga el baile y me entienda con mi propio ser. Lo que todos buscan al fin de cuentas. Relajarse y flotar en la incerteza de saberse completo con lo que hay.

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+info sobre el Taller de PROYECTOS de ESCRITURA: click aquí
Los martes a las 20 hs. en El Taller (Serrano 1595, y Honduras)


+info sobre el profesor: Alejandro Rozitchner
www.100volando.net / www.bienvenidosami.com.ar
Sus libros publicados: "La venganza del oyente", "Hijos sin dios. Cómo criar chicos ateos", con Ximena Ianantuoni, "Pensar para hacer. Cómo transformar la filosofía en una experiencia real", "Amor y País. Manual de discusiones", "Ideas Falsas. Moral para gente que quiere vivir", "Bienvenidos a mi", "Escuchá qué tema", "Argentina impotencia: de la producción de crisis a la producción de país", "Tirados en el pasto (Conversaciones Andrés Calamaro/Alejandro Rozitchner)", "Pernicioso vegetal", "El despertar del joven que se perdió la revolución", "Cómo educar a los padres", "Saquen una hoja" (estos dos últimos escritos en coautoría con Mario Pergolini), "Conciencia Rockera" y "Filosofía para chicos". Hace click aquí para saber más de ellos.
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