10-02-2010
La vida es larga, intensa, y desde ahí sentimos y actuamos. No se puede juzgar al instante según lo vivido. Hay mucho más por incorporar previamente antes de sacar las propias conclusiones. Me dejo llevar por la sensación instantánea propia del deseo inmediato, es una mera idea de lo que queremos. Hay que dejar asentar. Ver qué decanta.
Y si lo que quieras creer es, ¿qué onda? No hay más que construcción posible y constatable por nuestra cabeza, que fluctúa según el deseo inmediato.
Estamos aquí para transmitir paz y armonía, y me siento éter en este universo que se subleva y no para de mostrarme que somos lo que queremos creer y podemos imaginar y construir.
Gildératis – Síntesis
Yo tomo los opuestos
y los conflictos
todo lo que es contradictorio
Yo agarro lo diferente
y lo variado
y mezclo y fundo
derrito y uno
Yo tomo lo que está separado
y crío la unión
Yo junto
lo que precisa ser unido
así la totalidad es alcanzada.
(Poema traducido del portugués por mi que no sé portugués, ojalá sean las palabras adecuadas…)
Soy un ego pululante, sólo que sin malas intenciones y siempre intentando acompañar.
Me hago fuerte en la victoria de saber que soy triunfante, por aceptar la discordancia tanto como el sinrazón.
Amo ser yo, y yo soy nada, y es por eso que me entrego a este humilde corazón.
Las palabras son el relleno, que nos deja maniatados, y ya sé que no soy eso, soy un cosmos que se hace dos. Un destello, bello, ello, lo sé, aunque cueste decirlo, y asimilarlo como cruda sensación.
Sos mía porque sos del viento. Soy tuyo porque no tengo razón. Busco ser feliz. Quise decir fácil, pero sé que soy dificultoso, tan sólo un perezoso puede entregarse a la inercia, confiar en su intuición.
Ser muerto en la desgracia, ser vivo en su amor, soy tu ego, vivo en mi medio, doy con confianza y volverá lo que tenga que ser. Soy, y ya es suficiente.
La que perciba me dejará ver si es mi Dios. Vos, yo, nosotros, qué importa si nos sentimos plenos. Quiero ser vida, y ahí no importa el día.
Es creencia, de que las montañas son la guía, y no hay vida que se quiera proyectar, más que la instancia presente de creerse dicha.
Dicho y hecho, qué más da. Las estrellas son mi luz, y yo irradio lo que dio, y no hay distancias que el tiempo no una, porque las vidas se hacen a partir de tu proyección.
Te proyecto, te pretendo, así alcanza y sobra porque mi dulce sensación, no es más que lo que el otro brinda, y aquí estamos, para hacerla canción. Música para los oídos, oíd vos. Dos.
Te escucho, te siento, quiere ser la propia vida. Si de propios se trata, vamos a ver qué depara. Y ami mente es esqueleto, sólo creo en lo que depara. ¿Qué más da? Lo que venga es riqueza. Exquisito, sin pereza. Y esa sí que no acabó.