¿Qué tiempo te corre? ¿Acaso hay algo detrás que te sopla en la nuca? ¿Tenés que llegar a algún lado sin antes haber salido?
Si se abandona la premura y se deja actuar al deseo quizás decidas tomar velocidad, incluso vuelo, pero no será por la inminencia de la presencia sino por el entusiasmo, la excitación misma de estar haciendo lo que deseabas y que dejó de postergarse sino que entró en consumación.Del resto, no hay apuro, nadie te obliga ni atosiga, se desvanecen las pisadas de los ancestros irresueltos, y así irás más suelto, a tus tiempos. Porque el tiempo es hoy.

