La Argentina es ese país donde la rebeldía se emparenta a la creatividad para dar a conocer lo propio de un modo distinto, por personajes del surrealismo según el rubro cultural del que se trate.

El punto es que se caracterizan por oponerse a un orden preestablecido.
De practicar la defensa de un parecer por sobre otro,
Borges, Sábato, Bioy Casares, son mencionados con asiduidad como grandes escritores del siglo que pasó. ¿Qué vendrá?
Houssay, Milstein, Favaloro, en la medicina, incursionaron en inminencias doctorales, mientras que en el plano internacional nos seguimos posicionando como los “locos lindos” de Sudamérica, donde tenemos un presidente de Banco Central “en rebeldía” con la Presidenta.
Y un montón de personas que opinan y se rebelan contra sí mismos para no parar de devorar Ídolos de fantasía que lo que hacen es restarle conciencia a la realidad, y le suman neurosis a los temas cotidianos de la gente, una pizca de realismo mágico, de creencia en rebeldías pasionarias que no hacen más que entretener y llamar la atención, sacar el foco, dispersar a la muchachada.