Jueves, post psicodrama
El impulso que da el otro para sentir con valor lo que estamos haciendo.
La representación gráfica para hacer nuestro un defecto que posibilite la exacerbación múltiple de nuestras condiciones. Físicas, ideológicas, de creencias, o prejuicios.
Elegir para saberse satisfecho en el rol social que se juega. Sin contener broncas, dejando que cada cual sea él sin prefijar la idea concebida de escena, sino dejando que se construya un abanico de resonancias entretejidas.
Al dirigir se abre el juego de posibilidades, no se acota, apenas si se hace el recorte y se tiran los dados al despliegue escénico.
Entregarse al devenir no es dejarse estar. Estar es escuchar lo que el otro nos está queriendo decir con su expresión. Normalmente es verbal, pero hay que estar atento a todo lo que su cuerpo nos está queriendo transmitir.
Aprender a superar el obstáculo, de grupo, individual. Desactivar las trabas con un almohadón, llevar al primer plano lo que se pretende resolver. Disolver. Entregar. ¿Coordinar, dirigir? Dirimir, entre lo que se hace escuchar y lo que inevitablemente nos resuena.
No lo pensés más. Actuá. Y después hablá.