Las noticias de tragedias, pestes, y sus consecuentes muertes en centenares, sumado a la cercanía concreta de estos males del siglo XXI, la gripe porcina a la vuelta de la esquina, los aviones que se desvanecen en el aire, han desatado una psicosis colectiva importante.
Eso, sumado a la creciente idea de que el tiempo es oro o que no hay tiempo que perder, generan una sensación de inestabilidad continua que cunde, desde septiembre de 2008, en el mundo entero.
Empezó en lo económico con la caída de Wall Street y Lehman Brothers, pero se desperdigó a cada punto hecho ciudad del planeta. Estamos en crisis, fue el primer anuncio del gobierno de los Estados Unidos renovado.
Luego, una amenaza de pandemia global que nace de su frontera, México, y se introduce en los barrios de cada país. Quien teme entra en pánico, y quien no temía al menos debe comenzar a preocuparse, u ocuparse en el mejor de los casos.
Ahora, un avión que viaja a Francia desde Brasil -actual potencia latinoamericana por sobre Venezuela que se desvanece en su intento de ser la nueva Cuba socialista-, se desintegra en los cielos oceánicos. Y queda repicando la idea, e imágenes, de cuerpos que se encuentran flotando por ahí cada tanto por parte de la tropa brasilera en medio del agua que separa América de Europa.
No soy creyente -no tengo esa estructura de pensamiento inculcada- pero estas noticias y el vaticinio de los mayas de que en 2012 se cae el mundo no tienen nada de distinto.
Me da la impresión que Obama y el resto de los líderes del mundo, aparte de asumir la crisis, están haciéndole frente a los grandes temas que deberían ocupar a la gente. No la inseguridad, ni las enfermedades, que son las consecuencias obvias de no ocuparse de la prevención de la salud, alimento y trabajo para sus habitantes, y el cambio climático como tema más macro, y nada menor.
Y de lo que los noticieros y diarios siguen mostrando, hacerse eco hasta donde se desee, nada cambiará que tengamos temor de ser contagiados o de que nos llegue la hora por vía aérea.
Cuando tenga que ser, será.