Dice estar inspirada en el suicidio pero es más bien un canto a la vida misma, de un desconocido de departamente más, de los que abundan en la ciudad.
Destreza y despliegue escénico admirable de un Savignone encendido.
Un despecho sentimental lo atravieza y decide hacer pasar el tiempo buscando la forma de acabar con su vida. Metafórica y concretamente.
Pasar a mejor suerte, un llamado a la muerte.
Suerte es una burla al suicidio, al malestar inevitable que invade a todo aquel que emprendió la aventura de irse a vivir solo, con su cuerpo y alma, o el que se animó a enamorarse a pesar que está en juego el posterior desamor cuando se dan vuelta los polos energéticos de las personas.
Y en Suerte se muestra esa canalizacion de las energías guardadas por toda persona que lleva un solitario, enamoradizo, depresivo o melancólico dentro.
Explosión, pesar, risa y otras sensaciones revueltas genera este unipersonal más que recomendable, en el Teatro Belisario (Corrientes 1624).