En 1999, tras la década de hegemonía menemista, todo un estilo y una forma de gobernar el país, surgió De la Rúa y su Alianza con Chacho Álvarez, en su representación del progresismo frepasista, y en gran medida la pata peronista del proyecto. Un año dura en el Poder esa Alianza.En octubre de 2000, Álvarez renuncia a la vicepresidencia. Y un año más de crisis social debe pasar para que termine de desatarse el 19 y 20 de diciembre de 2001 la caída del radicalismo.
El justicialismo en plenitud toma el mando, con un desfile de 5 presidentes hasta llegar a Duhalde.Dos años de respiro, y en 2003 se ve obligado a llamar a elecciones anticipadas -¿les suena el término?-, donde triunfa Néstor Kirchner contra un Menem que hacía uso de sus últimos tiros. Con arma de fogueo, por más que salió primero en unas elecciones que mostraron las 3 caras del peronismo en una interna abierta nacional, con Rodríguez Saa completando la zaga.
Y allí arrancó el período kirchnerista o frentevictorista, que aún no termina, con la alternancia de él (2003-2007) y luego su esposa (2007-2009 y sigue) , Cristina Fernández, en la Presidencia de la Nación. Para este último período, se comieron la estructura radical, a través de una Concertación con Julio Cobos, actual vicepresidente opositor (!¡).
Por su parte, los políticos opositores se encargaron de desmembrar la dicotomía peronistas/radicales y dieron vida a partidos políticos nuevos, en representación de lo que, básicamente, se llama izquierda y derecha.En 2003, Mauricio Macri funda Compromiso para el Cambio, para perder su primer intento de ser Jefe de Gobierno porteño ante el progresismo peronista de Ibarra-Telerman.
Por el otro lado, la centroizquierda sería, Elisa Carrió (ex UCR) funda el ARI (Alternativa para una República Igualitaria), con quien da pelea en las presidenciales de 2003 -sale quinta-, pierde con Macri en 2005, y finalmente forma la Coalición Cívica junto a los socialistas para enfrentar a los muchachos cristinistas en 2007. Se convierte en la segunda fuerza política nacional.
Y ahora, en 2009, nuevamente se presentan las elecciones para dirimir el mapa político venidero. Hoy a las 12 de la noche cierran las listas de candidatos a legisladores nacionales y provinciales.
En Capital, posiblemente se afiance el PRO autónomo, que para competir en Provincia de Buenos Aires, y empezar a hacer pie a nivel nacional, se alió a lo que se llama peronismo disidente, más de la mano de Solá que de De Narváez a mi gusto. Macri empezó a virar hacia la muchachada.Y en las provincias de relevancia numérica para las presidenciales dentro de 2 años en las que todos están pensando, figuran los justicialistas que empiezan a desmarcarse de Kirchner; y en Santa Fé, Binner y su partido socialista dan lucha contra el afianzamiento nacional de Reutemann, PJ a pleno a esta altura.
Lo decisivo, por la cantidad de votos que acarrea -casi el 40% del electorado nacional-, será la Provincia de Buenos Aires, donde si el oficialismo triunfa recién podrá tener aire para empezar a negociar una transición ordenada de mando de cara al 2011, en un mundo en crisis y un país con combulsión social en ascenso.
