Ponele es el pie a que te siga contando, en su embale particular sin ofrecer resistencia de respuesta, sino dando la entrada a que continúe y nos muestre más.
Ponele, ponele que te entendí, ponele que estamos ya metidos en un tren sin retorno hacia una comunidad no pretendida sino contenida y mantenida por el amor.
Sí, ponele, (su)ponele, pongámosle que sea así, así podés continuar y sacar lo que querías decir pero se te mantenía guardado.
La expresión “ponele” ayuda a dar el visto bueno que toda persona necesitada de expresión busca, al estar soltando aquello que lo aquejaba, y en lugar de elegir contradecirlo y confrontar, se opta por el camino de la aceptación sin por eso decir que se está de acuerdo con lo que dice.

Ponele, ponele que lo dejaste claro, ponele y dale para adelante son parte del mismo todo, el que motiva a seguir en la ruta de aclaración, de desprenderse de la problemática y darle rienda suelta a la claridad de la expresión bien recibida, ponele.