¿Creer que se tiene la verdad? Apenas dejarse llevar por el estímulo, que si no es opuesto brilla por apuesto.


Lo que pasa dentro de cada cual, nadie lo sabe hasta que nos abrimos y buscamos sacar lo propio y del otro que está más a mano, a flote.
Porque el diálogo al final es eso, una sucesión de pensamientos tejidos con la única necesidad de hacernos partícipes mutuamente de lo producido.
Los instantes ocurren, y saber que uno busca menos de lo que encuentra es crucial para saberse promotor exclusivo de su sabor y aroma, su fluidez y dejadez para aprender a vivir como deseamos. Porque lo deseamos, y cómo para que se consume en la realidad sin filtro de canalizar por la mente lo que se plasma en cuerpo y se hace ACCIÓN.