1)En principio, quiero ser feliz, ni más ni menos, sentirme orgulloso y contento de lo que hice y me queda por hacer en mi vida.
2)Luego, quiero Amar, sentirlo y darlo, expresarlo, y saber que es más gustoso vivir en esas cercanías que en la de expresar las cosas violentamente.
3)Y finalmente quiero no parar de crecer, porque así sólo experimentaré los cambios continuos e infinitos que me acerquen al punto 1 y 2.
Simple, esencial, para tenerlo presente en la vida diaria, y para seguir recreando los espacios donde pueda primar esa concepción de mundo.
Como la semana pasada, donde fui a la charla que dio un hombre en el Malba que verdaderamente tiene un camino atravesado en el arte de la vida zen. Alejandro Jodorowsky tiene un mensaje claro, conciso y directo, que llega porque no se enreda –ni se deja enredar- en la complejidad dialéctica o intelectual. Eso, sumado a su humor incesante.
Esta es una parte de su conversación, que fue imperdible y con mucho por aprender: http://www.youtube.com/watch?v=O2JGO9PBoAA