
El email ya es un elemento incorporado en todo trabajador activo. Ayuda a ordenar un poco los temas cotidianos, entrar en contacto rápido y atemporal –cada cual puede chequear respuesta y hacer lo propio cuando lo desee-, y tener disponible la información allí vertida con el simple acceso a cualquier computadora con Internet.

Y la web 2.0 no se quedó ahí. Ahora hay páginas web que condensan buena parte del mundo de los seres vivientes del planeta. 200 millones de usuarios de Facebook es una barbaridad, el 3% de la población mundial. Y las cosas que pasan en ese espacio virtual dan para un sinfín de ideas, de propagación de material como de fantasías sobre la distancia entre el mundo virtual y el real.
Miren este relato imaginativo sobre el mundo de una pareja de antaño.
Internet da para todo.