Inteligente es el que cumple sus objetivos en la vida
Hábil es el que se emblandece con lo natural de la vida
Sabio es el que ama a todos, sin prejuicios que dañen su vida
Vongo vení, vení acá
No te alejes más
Vongo vení, vení ya
Te quiero acá
Miedo tiene el que guarda sus recuerdos encerrados
Deficiente el que no se sorprende con lo que se trae cada día
Mal pensante el que ensombrece un atardecer de sol radiante
Vongo vení, vení acá
No te alejes más
Vongo vení, vení ya
Te quiero acá
Intelecto es del hombre que practica la paciencia
Rico es el que se deleita con un simple olor.
Ladran y quien muerde es que atrapó la perdiz
Ni perro ni gato, cola, que puede ser cabeza,
y principalmente corazón.
lunes, 6 de junio de 2011
Vongo y vey
lunes, 30 de mayo de 2011
Factor sorpresa y concesión de alianza
Presenciar una charla es mostrar voluntad de que quien expone te seduzca, te anime, te haga conocer algo que no sabías o que te produce placer escuchar. Charlar es intercambiar, es transmitir por la vía oral conocimiento impartido en forma divertida y llamativa.
La atención de las personas es cada vez más flotante, dispersa entre noticias que impactan, palabras que hacen que nuestro foco de concentración siga apuntando a quien nos está hablando. ¿Te convence? ¿Te conquista?
Las neurociencias, la ciencia unida a la aceptación de la espiritualidad como una fuerza que va más allá de la explicación racional, el amor como mensaje que aspire a apuntalar las capacidades y virtudes de cada individuo, siento que son los pilares de los venideros progresos.
La semana pasada tuve el gusto de presenciar la charla que el hindú Deepak Chopra dio en el Gran Rex. Titulada “Sanación, transformación y conciencia elevada”, mientras lo escuchaba notaba que cada afirmación era una sentencia, una aseveración, una información precisa brindada en el momento oportuno. También me percataba de la necesidad de las personas cada vez más manifiesta –porque se pueden ocupar más de sí mismos, o porque la situación de crisis lo amerita- de sentirse bien, de curar, de sanar, de crear alrededor de sí una atmósfera de bienestar prolongado.
Ahí reside la efectividad de un mensaje dirigido a un público deseoso de escuchar.
Decirle lo que quieren y no esperan escuchar. Factor sorpresa y concesión de alianza, entendimiento, complicidad, de estar presenciando un momento imperdible.
En tren de escuchar hablar y motivarse a vivir cada día mejor, este comienzo de junio les cuento dos ofertas interesantes para gente ávida de generar, producir y sentirse libre de hacer a gusto.
El miércoles 8, Alejandro Rozitchner dará su charla de Creatividad aplicada, donde con técnicas simples diarias podés hacer florecer tus proyectos.
Y al día siguiente, jueves 9-6, Rodrigo Joaquín del Pino –Ramanuja o Rama, su nombre espiritual- nos ayudará a observar los procesos ilusorios de la mente con su charla de Libertad interior.
Ambas serán en un bar palermitano frente a plaza Serrano, que oportunamente se llama bar Abierto –cito en Jorge Luis Borges 1613, y Honduras, primer piso- en el que venimos haciendo encuentros con, y de, gente copada este año. Es a las 20 horas de la semana que viene, se vienen, se toman algo, y gozan de 2 horas de charla atrapante y que les dará un tema de charla luego, y así sucesivamente.
Nos vemos.
La atención de las personas es cada vez más flotante, dispersa entre noticias que impactan, palabras que hacen que nuestro foco de concentración siga apuntando a quien nos está hablando. ¿Te convence? ¿Te conquista?
Las neurociencias, la ciencia unida a la aceptación de la espiritualidad como una fuerza que va más allá de la explicación racional, el amor como mensaje que aspire a apuntalar las capacidades y virtudes de cada individuo, siento que son los pilares de los venideros progresos.
La semana pasada tuve el gusto de presenciar la charla que el hindú Deepak Chopra dio en el Gran Rex. Titulada “Sanación, transformación y conciencia elevada”, mientras lo escuchaba notaba que cada afirmación era una sentencia, una aseveración, una información precisa brindada en el momento oportuno. También me percataba de la necesidad de las personas cada vez más manifiesta –porque se pueden ocupar más de sí mismos, o porque la situación de crisis lo amerita- de sentirse bien, de curar, de sanar, de crear alrededor de sí una atmósfera de bienestar prolongado.
Ahí reside la efectividad de un mensaje dirigido a un público deseoso de escuchar.
Decirle lo que quieren y no esperan escuchar. Factor sorpresa y concesión de alianza, entendimiento, complicidad, de estar presenciando un momento imperdible.
En tren de escuchar hablar y motivarse a vivir cada día mejor, este comienzo de junio les cuento dos ofertas interesantes para gente ávida de generar, producir y sentirse libre de hacer a gusto.
El miércoles 8, Alejandro Rozitchner dará su charla de Creatividad aplicada, donde con técnicas simples diarias podés hacer florecer tus proyectos.
Y al día siguiente, jueves 9-6, Rodrigo Joaquín del Pino –Ramanuja o Rama, su nombre espiritual- nos ayudará a observar los procesos ilusorios de la mente con su charla de Libertad interior.
Ambas serán en un bar palermitano frente a plaza Serrano, que oportunamente se llama bar Abierto –cito en Jorge Luis Borges 1613, y Honduras, primer piso- en el que venimos haciendo encuentros con, y de, gente copada este año. Es a las 20 horas de la semana que viene, se vienen, se toman algo, y gozan de 2 horas de charla atrapante y que les dará un tema de charla luego, y así sucesivamente.
Nos vemos.
(click en la imagen para ampliar)
lunes, 23 de mayo de 2011
Sacá el automático
Lo central, ante un acto que realizamos que no nos agrada, noto que es salirse del empecinamiento, de arremeter por la misma vía una y otra vez, poder salirse del automático en el que, desde luego, todos encontramos comodidad de estar.
El piloto automático se dispara cuando una acción la conocemos de memoria y actuamos sin plena conciencia de los pasos que estamos dando para llegar al resultado esperado, sino por la inercia misma de los acontecimientos lo hacemos y ya.
Reparar en que los pasos de velocidad de un auto se llaman cambios, y que el contrario a hacerlos es el caso de una caja automática ayuda a entenderlo un poco más.
Automatizar, fijar una forma constante y repetitiva de hacer las cosas nunca genera un beneficio mayor que buscar nuevas alternativas al planteo que nos aqueja.
Saliéndose del automatismo es que se puede ver lo que nos tiene enrollados sin necesidad mayor que oprimir lo que bajo un estado natural pide salir.
Hace falta verlo, observarlo, darse cuenta, para divisar un cambio posible.
Sino, todo sigue con su regularidad periódica y nada logra hacer efecto.
Los recursos que tapan suelen ser los más a mano para evadir aquello que alguna vez nos veremos forzados a distinguir.
¿No pensás caer? ¿Te gusta que sea a la fuerza o preferís reaccionar, sacar el automático, y ver qué te pasa? Te pasa, nos pasa, el mundo es como lo observás, y si en algo nos ayuda el otro es a salirnos de un criterio único.
Sacá el automático. Cambiá.
El piloto automático se dispara cuando una acción la conocemos de memoria y actuamos sin plena conciencia de los pasos que estamos dando para llegar al resultado esperado, sino por la inercia misma de los acontecimientos lo hacemos y ya.
Reparar en que los pasos de velocidad de un auto se llaman cambios, y que el contrario a hacerlos es el caso de una caja automática ayuda a entenderlo un poco más.
Automatizar, fijar una forma constante y repetitiva de hacer las cosas nunca genera un beneficio mayor que buscar nuevas alternativas al planteo que nos aqueja.
Saliéndose del automatismo es que se puede ver lo que nos tiene enrollados sin necesidad mayor que oprimir lo que bajo un estado natural pide salir.
Hace falta verlo, observarlo, darse cuenta, para divisar un cambio posible.
Sino, todo sigue con su regularidad periódica y nada logra hacer efecto.

¿No pensás caer? ¿Te gusta que sea a la fuerza o preferís reaccionar, sacar el automático, y ver qué te pasa? Te pasa, nos pasa, el mundo es como lo observás, y si en algo nos ayuda el otro es a salirnos de un criterio único.
Sacá el automático. Cambiá.
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lunes, 16 de mayo de 2011
El encierro
Esa sensación que nos embarga cuando se deja de manifestar algo, sea con el habla con el lenguaje corporal, por incapacidad o porque en ese momento es lo que nos representa.
Sentirse encerrado. Como cuando pensamos algo y a eso mismo ya le encontramos su verdad contrafáctica, una elucubración tras otra del entretenimiento mental de saberse resuelto sin que por eso se mueva un pelo de la cosmovisión que ya teníamos preestablecida.
Se dice sin decir. Se busca la comodidad de lo ya conocido, para escapar a la escena que nos vuelque el ansia, el bendito temor.
Me veo de adentro. Me veo de afuera.
¿Quién logra estar satisfecho sin poder citar algún hecho?
La escena me devuelve repeticiones, reincidencias, la necesidad del valor ajeno para sentirse aprobado, querido.
El no ya lo tenés es una frase interesante…
El encierro invade al creerse dueño de alguna verdad, o pretender ver a las personas como piezas de un ajedrez. El no control se apodera del caos exiguo de una maquinaria que si arremete se vuelve trunca, por obsoleta.
Los engranajes deben estar aceitados para funcionar. Por más vuelta de acceso, o forma de mantenerse en la asepsia del rol ya ensayado, aprendido hasta la mínima memoria.
El que crees te encaja. ¿Y si mirás al lado?
¿Y si tomás prestado uno para salir de la abulia indecente del que frena sin pausa?
Pausa. A ver, vos…
Sentirse encerrado. Como cuando pensamos algo y a eso mismo ya le encontramos su verdad contrafáctica, una elucubración tras otra del entretenimiento mental de saberse resuelto sin que por eso se mueva un pelo de la cosmovisión que ya teníamos preestablecida.
Se dice sin decir. Se busca la comodidad de lo ya conocido, para escapar a la escena que nos vuelque el ansia, el bendito temor.

¿Quién logra estar satisfecho sin poder citar algún hecho?
La escena me devuelve repeticiones, reincidencias, la necesidad del valor ajeno para sentirse aprobado, querido.
El no ya lo tenés es una frase interesante…
El encierro invade al creerse dueño de alguna verdad, o pretender ver a las personas como piezas de un ajedrez. El no control se apodera del caos exiguo de una maquinaria que si arremete se vuelve trunca, por obsoleta.
Los engranajes deben estar aceitados para funcionar. Por más vuelta de acceso, o forma de mantenerse en la asepsia del rol ya ensayado, aprendido hasta la mínima memoria.
El que crees te encaja. ¿Y si mirás al lado?
¿Y si tomás prestado uno para salir de la abulia indecente del que frena sin pausa?
Pausa. A ver, vos…
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miércoles, 11 de mayo de 2011
Hoy día
Hoy día, perseguirse o manifestar malestar por lo que el otro pueda estar creyendo, no tiene un sentido mayor que el de entretenerse en vaguedades conservadoras que sólo atoran el normal desenvolvimiento de la acción.
Hoy día, lo que dice de mi lo dice de él, y somos conscientes que ofrecemos roles para ser encarnizados, primaria o secundariamente, más o menos concientizados, y desperdigados entre oportunidades vagas e inciertas verdades.
Voy y como voy, vengo. Si pierdo el evento, es situación de un hipotético caso de ser como pretenderías. ¿Quién podría? Escapar de este juego es cuestión de desenredos. Hoy día, no hay tu tía, vas donde te marca el rumbo, donde nadie sabe por qué se quedó. ¿Vos?
Hoy día sigue la brisa del que pierde su prisa, por llegar a un puerto que no se le ocurrió. Se ve más en la gente que persigue el tiempo, con tal de alcanzar algo que supere su razón.
Los jóvenes de hoy día, más que estar aburridos o abúlicos, están expectantes, dispuestos, ávidos de recibir algo que les llame su atención. Más que un jueguito o un gol del barsa. Que los saque del asiento para dar con su expedición.
Quienes solemos inmiscuirnos en las veleidades del pensamiento continuo corremos el riesgo de la paja mental como recurso de amparo, resguardo, o donde acudimos en caso de querer esconder la cabeza por un tiempo del sol.
Se me hace carne demasiado al instante la sensación que tengo. Como que hay que aprender a tomar distancia y observar la escena desde afuera.
Hoy día, lo que dice de mi lo dice de él, y somos conscientes que ofrecemos roles para ser encarnizados, primaria o secundariamente, más o menos concientizados, y desperdigados entre oportunidades vagas e inciertas verdades.
Voy y como voy, vengo. Si pierdo el evento, es situación de un hipotético caso de ser como pretenderías. ¿Quién podría? Escapar de este juego es cuestión de desenredos. Hoy día, no hay tu tía, vas donde te marca el rumbo, donde nadie sabe por qué se quedó. ¿Vos?
Hoy día sigue la brisa del que pierde su prisa, por llegar a un puerto que no se le ocurrió. Se ve más en la gente que persigue el tiempo, con tal de alcanzar algo que supere su razón.
Los jóvenes de hoy día, más que estar aburridos o abúlicos, están expectantes, dispuestos, ávidos de recibir algo que les llame su atención. Más que un jueguito o un gol del barsa. Que los saque del asiento para dar con su expedición.
Quienes solemos inmiscuirnos en las veleidades del pensamiento continuo corremos el riesgo de la paja mental como recurso de amparo, resguardo, o donde acudimos en caso de querer esconder la cabeza por un tiempo del sol.
Se me hace carne demasiado al instante la sensación que tengo. Como que hay que aprender a tomar distancia y observar la escena desde afuera.
lunes, 2 de mayo de 2011
Miércoles de mayo, en Bar Abierto
Estimados, los invito a participar de los encuentros que haremos los primeros tres miércoles de mayo, en el primer piso de bar Abierto, frente a la plaza Serrano, Palermo. De 20 a 22 horas, nos reuniremos a enriquecernos y hacer sinergia.
El primero será el 4, y se trata de una charla sobre la crianza de hijos, amorosa y compartida con el hombre, por lo que es de interés tanto de madres como padres que se proponen brindarles herramientas útiles a sus chicos que les permitan abordar un crecimiento sostenido. La dará la psicóloga Ximena Ianantuoni, autora del blog www.vamosviendo.com. Para más info, hagan click aquí o en la imagen que acompaña.
La segunda convocatoria es un taller de proyectos de escritura, ultraprobado en varias oportunidades por mí, super efectivo al momento de querer abordar una escritura constante y libre de autolimitaciones críticas. No se leen textos allí, sino que se trabaja en dar pasos concretos que te hagan avanzar en tu proyecto escrito, del tipo que sea. Dura dos miércoles consecutivos, el 11 y 18, y lo da el filósofo Alejandro Rozitchner, un verdadero nutricionista intelectual, como le gusta definirse, autor del blog www.100volando.net.
Para leer más sobre el taller, hagan click acá.
Si desean inscribirse, me escriben a maxigalin@poderama.com.ar o me llaman al 15-6207-7403. Y si quieren proponer temas o expositores a quienes organizarles sus charlas, hagan lo propio y seguimos en contacto.

La segunda convocatoria es un taller de proyectos de escritura, ultraprobado en varias oportunidades por mí, super efectivo al momento de querer abordar una escritura constante y libre de autolimitaciones críticas. No se leen textos allí, sino que se trabaja en dar pasos concretos que te hagan avanzar en tu proyecto escrito, del tipo que sea. Dura dos miércoles consecutivos, el 11 y 18, y lo da el filósofo Alejandro Rozitchner, un verdadero nutricionista intelectual, como le gusta definirse, autor del blog www.100volando.net.
Para leer más sobre el taller, hagan click acá.
Si desean inscribirse, me escriben a maxigalin@poderama.com.ar o me llaman al 15-6207-7403. Y si quieren proponer temas o expositores a quienes organizarles sus charlas, hagan lo propio y seguimos en contacto.
martes, 26 de abril de 2011
Escuchame
En la sección Mirame el blog de Lado B, con Diego Scott y Diego Iglesias, en Blue FM 100.7, me entrevistaron por el blog NoNeurosis.com que llevo adelante hace más de 2 años.
Link: http://youtu.be/kO_5Q-Pl1o8
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martes, 12 de abril de 2011
Ágora, charlas-debate de tu interés
El arte de la oratoria se remonta a tiempos inmemoriales. En sus ágoras, o plazas públicas, los griegos cultivaban, debatían y desarrollaban temas concernientes a los individuos y la sociedad. Y dado los tiempos de crisis actuales –porque coincidiremos en que muchas personas que despiertan muestran su inquietud, incertidumbre e indefinición respecto a seguir determinándose según los parámetros obsoletos del productivismo- es conveniente promover un espacio donde recreemos el debate fructífero, la conversación que aporte, el intercambio entre las personas en un lugar que fomente, que afloren nuevas perspectivas, visiones, unión de fuerzas para enriquecer la propia mirada.
Aprender a decir, a proponer, a sugerir. Eso es hablar en público. Exponer una forma de pensar sobre un tema en particular que nos produce placer expresar.
¿De qué te gustaría hablar? ¿Conocés a alguien que quiera hacerlo? ¿Dónde reside el arte de la oratoria? Un día de la semana, de 20 a 22, nos reuniremos un grupo de personas a debatir, a enriquecernos sobre un tema. Una lista de oradores que se formulará en conjunto durante las semanas previas. Una comunidad que se reproduce en el gusto por escuchar y preguntar, cocinar algo entre muchos y salir venturosos de ese intercambio.
Primero, el eje, el tema, la razón que convoca a presenciar la charla. ¿Qué temáticas los mueven? A ustedes, los que muestran interés en promover este espacio.
¿Alguien les simboliza ese interés particular?
Segundo, la convocatoria. ¿Estarían dispuestos a invitar y difundir esta actividad? ¿Concurrirían a un encuentro libre donde se pueda sacar algo en limpio de la persona que expone y esclarecer algún tema específico? ¿Y si se fomenta la mancomunión entre los concurrentes?
¿Qué les despierta un interés común? ¿Qué quisieran intercambiar y desplegar en conjunto para verse clarificados?
Esta iniciativa nace de lo que vislumbro, de difundir y comunicar hace un tiempo charlas que ayuden a las personas a sentirse mejor consigo mismas. No hay límites, se distingue. Incluso a la distancia, quien quiera podrá presenciar la charla gracias a la tecnología que nos lo permite.
Simplemente hay que expresarse, decir sobre qué y quiénes les gustaría que brinden su parecer de una temática en particular. Del resto, entre todos nos encargaremos.
Nos vemos.
Aprender a decir, a proponer, a sugerir. Eso es hablar en público. Exponer una forma de pensar sobre un tema en particular que nos produce placer expresar.
¿De qué te gustaría hablar? ¿Conocés a alguien que quiera hacerlo? ¿Dónde reside el arte de la oratoria? Un día de la semana, de 20 a 22, nos reuniremos un grupo de personas a debatir, a enriquecernos sobre un tema. Una lista de oradores que se formulará en conjunto durante las semanas previas. Una comunidad que se reproduce en el gusto por escuchar y preguntar, cocinar algo entre muchos y salir venturosos de ese intercambio.
Primero, el eje, el tema, la razón que convoca a presenciar la charla. ¿Qué temáticas los mueven? A ustedes, los que muestran interés en promover este espacio.
¿Alguien les simboliza ese interés particular?
Segundo, la convocatoria. ¿Estarían dispuestos a invitar y difundir esta actividad? ¿Concurrirían a un encuentro libre donde se pueda sacar algo en limpio de la persona que expone y esclarecer algún tema específico? ¿Y si se fomenta la mancomunión entre los concurrentes?
¿Qué les despierta un interés común? ¿Qué quisieran intercambiar y desplegar en conjunto para verse clarificados?
Esta iniciativa nace de lo que vislumbro, de difundir y comunicar hace un tiempo charlas que ayuden a las personas a sentirse mejor consigo mismas. No hay límites, se distingue. Incluso a la distancia, quien quiera podrá presenciar la charla gracias a la tecnología que nos lo permite.
Simplemente hay que expresarse, decir sobre qué y quiénes les gustaría que brinden su parecer de una temática en particular. Del resto, entre todos nos encargaremos.
Nos vemos.
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