La búsqueda de la simplicidad de desenvolvimiento es un
camino que se aborda una vez que ya reconociste tu ser interno y te revolviste
en todo ese maranfio de sensaciones encontradas que suelen envolver a aquel que
se anima a enchastrarse y no quiere mantenerse indemne ante su pedido de reconocimiento.
La simpleza es una de las características que encuentro como
centrales hoy día, para que lo que emprendo no se trabe, para que los
encuentros se den desde el lado más genuino que uno puede sacar, para que fluya
la sensación de estar acompañando procesos propios y de quien sepa percibirlos, recibirlos, transmitirlos, vivirlos.
Ser simple es no rebuscársela con conjeturas que tapan lo
esencial. Es decir lo que se piensa en el momento, es no aplicar filtros
sociales que hacen que las cosas se den a entender pero no se terminen de
transmitir.
¿Quién va a venir a interpretar tus mensajes complejos? Nadie,
es un esfuerzo muy grande que requiere, y es conveniente comunicarse en forma
simple, para que lo que tenga que venir lo haga del mismo modo, fácil, simple,
sin quilombos. No significa que no existirán los obstáculos, pero es tanto más simple
saltearlos cuando está visible y transparente el tema a abordar.
¿Qué va a pedir? No sé, pero a mi, simple, por favor.